En el centro schoenstattiano en Opole-Winów, Polonia, el 3 de marzo se realizó por segunda vez un encuentro del proyecto: Reuniones para mujeres los días sábados. Todas las mujeres están invitadas a estos encuentros: mujeres casadas, mujeres con hijos, pero también mujeres solas, viudas, jóvenes que todavía están buscando su camino de vida. Las Hermanas participan de los encuentros, así se origina un espacio de intercambio, rico en experiencias de diversos caminos vocacionales. El primer encuentro de este tipo se realizó en Adviento. Este segundo encuentro tenía como lema: “El Poderoso ha hecho cosas grandes en mí” (Lk 1,49). Queríamos seguir las huellas que nos permiten experimentar personalmente a Dios como el mejor de los padres.
La hermana M. Ewelina, la responsable de este proyecto, explica: “Descubrimos juntas que en el centro de nuestras diversas tareas está siempre la persona que Dios nos pone en nuestro camino. Reflexionamos por qué desconfiamos del amor divino y no podemos creer que Dios nos acoge sin condiciones; por qué no percibimos lo que Él hace para convencernos de su amor, por qué no experimentamos el amor divino con el corazón aunque el entendimiento sepa de él. Nos preguntamos lo que ya hizo Dios por cada una de nosotras: de qué modo tocó nuestro corazón en la historia de nuestra vida con su palabra, con un acontecimiento, con un encuentro, para vencer nuestra desesperanza y nuestro temor ante Él.”
El encuentro comenzó con la celebración de la Eucaristía en el santuario de Schoenstatt “Cenáculo”, la cual fue celebrada por el párroco Mateusz Buczma, quien coordina los movimientos católicos de la diócesis de Opole. En su prédica se refirió al rol de la mujer en la vida de la familia.
El encuentro con María en el santuario nos fortalece interiorment
Una de las participantes resumió del siguiente modo sus impresiones: “El encuentro con María en el santuario nos fortalece interiormente para hallar el camino hacia nosotras mismas. Nos ayuda a aceptarnos como mujeres y nos muestra lo que es esencial en la vida diaria: el amor y la responsabilidad por el prójimo.”
Después del encuentro con Dios tuvimos la posibilidad de encontrarnos entre nosotras, con café y bizcochuelo. Luego de una ponencia, conversamos e intercambiamos acerca de las experiencias que hemos hecho en el descubrimiento de nuestro camino personal al corazón de Dios. Invitada especial fue la señora Sabina Gmińska, quien brindó un testimonio. Relató cómo descubrió en su vida la verdad de ser una hija amada de Dios.
Nuestro encuentro pareció ser muy corto, lo que cual quizás nos estimula a participar de la próxima reunión de sábado.
La Hna. M. Ewelina explica el proyecto: “Muy concientemente hemos llamado a este proyecto: Reuniones para mujeres los días sábados. Queremos crear un espacio y darle un tiempo a las mujeres para intercambiar sobre un tema concreto, plantearse preguntas, vivenciar la comunidad y seguir el rastro de la conducción de Dios en sus vidas. Creemos que la Santísima Virgen atraerá los corazones, para que ellas descubran cada vez mejor el camino hacia sí mismas y reconozcan con mayor nitidez su misión como mujeres.”