En torno al quincuagésimo aniversario del fallecimiento del Padre José Kentenich ha sido producido un nuevo film sobre su vida y su obra. “El Pionero” es el título muy prometedor. El 13 de septiembre del 2018 fue el estreno de este film en la Casa Padre Kentenich. Y en las semanas siguientes ya lo han visto allí miles de espectadores.
Este film es especial en distintos sentidos. Es un docudrama, es decir, un film documental que se complementa con escenas recreadas por actores. El film fue hecho por una Hermana de María de Schoenstatt, la Hermana Francine-Marie Cooper, quien hace más de tres años estudia diseño de comunicación.
Ella misma cuenta:
Ya me han preguntado varias veces cómo llegué a hacer un film sobre el Padre Kentenich. En retrospectiva debo decir: La Divina Providencia ha guiado todo de esta manera.
No tenía la intención de abordar un proyecto tan grande y atrevido durante mis estudios. Había hecho tres cortometrajes en los primeros años de mis estudios, pero todavía no me sentía capaz de hacer algo tan grande. Pensé que tal vez en algún momento en el futuro. Sé muy bien que el medio «película» es muy poderoso. En general: El mundo de los medios de comunicación y las posibilidades técnicas actuales nos ofrecen una gran oportunidad para transmitir a amplios círculos el mensaje de la fe, y para nosotros, schoenstattianos, el mensaje de Schoenstatt. Ahora concretamente sobre este film:
Cuando nos encaminábamos al quincuagésimo aniversario del fallecimiento del Padre Kentenich, ya no me dejó más el pensamiento: ay, si pudiera… dejé todo en las manos de la Madre de Dios y dije: hago la prueba, pero Tú debes ocuparte de que salga algo bueno de esto y de que yo encuentre todo lo que necesito.
Lo primero fue convencer a mi profesor de que me permitiera realizar este proyecto tan grande y además con un tema religioso.
Pero esto fue relativamente rápido. Después de haberle contado algo sobre la biografía de nuestro fundador, él dijo: eso es muy interesante. Pero será difícil resumir todo en menos de una hora.
Así en otoño del 2017 comencé con este documental sobre el Padre Kentenich, así era el título del trabajo. El gran desafío del comienzo era: ¿Qué digo o qué muestro y qué no? ¿Cuál será el hilo rojo de la trama?
Pionero de un camino de fe apto para la vida cotidiana
En la idea del “pionero” – expresión que utiliza el mismo Padre Kentenich – encontré una buena imagen de lo que él vivenció y puso en marcha en su vida.
Él vivió en una época marcada por cambios enormes, también en la Iglesia. El hombre del siglo XX buscaba autodeterminación, libertad, autenticidad y una nueva integridad. El Padre Kentenich ha visto esto no como algo negativo, al contrario. Como estudiante experimentó las dificultades del hombre moderno en sí mismo y encontró un camino para resolverlas. Este camino lo encontró en la persona de María, la Madre de Dios. Ella, la Inmaculada, ha sido así como Dios pensó al hombre en el origen: enteramente íntegra, totalmente auténtica, enteramente una consigo misma, en armonía con Dios y con el mundo.
En la relación con Ella, en Alianza con Ella, el Padre Kentenich descubrió nuevos caminos para el hombre de nuestro tiempo, un camino de fe apto para la vida diaria. Dios se valió de él haciéndolo “pionero”, el nos precedió. Primero exploró el camino, y así pudo allanarlo para otros.
Ahora podría contar muchas otras cosas, por ejemplo cómo llegué a los lugares para hacer el film y a los actores gracias a los buenos contactos de nuestra comunidad de Hermanas y de nuestro Movimiento de Schoenstatt.
Hay casi una historia detrás de cada uno de los actores. Como no había un «presupuesto de Hollywood» disponible para esta película, trabajé en gran parte con actores aficionados. Casi todos los actores se unieron a nosotros a través de contactos personales.
Para la escena fundacional y las escenas de las clases de la escuela hemos encontrado a nuestros actores a través de la juventud masculina de Schoenstatt.
Todos los actores de las escenas de la infancia procedían del Palatinado, un lugar del suroeste de Alemania.
Allí también, evidentemente, fuimos guiadas. Estaba buscando lugares, y recordé el antiguo salón de clases, que se había replicado en Schoenstatt con ocasión del centenario del Movimiento. Una hermana sabía que había una asociación de “oldtimer” en Ottersheim, una ciudad del Palatinado, y que en un granero habían expuesto salas de hace 100 años. Fui hasta allí y me entusiasmó lo que encontré.
Para la escena de la fundación de Schoenstatt obtuvimos el permiso para pintar de azul el santuario en Herxheim, también en el Palatinado, así como estaba el Santuario Original del 18 de octubre de 1914. ¡Eso fue una gran vivencia!
El proyecto fue muy bendecido y estoy contenta de que el film terminado haya encontrado hasta ahora tanta aprobación entre los espectadores.
Sin la ayuda de muchas manos diligentes, corazones generosos y sin el gran poder de la oración que acompañó la creación del film, nunca se habría podido realizar. En este punto me gustaría dar las gracias a todos los que han trabajado de alguna manera en la realización del film:
El Pionero.