Esto se lo dijo Jesús a Pedro. Fue el tema central de la
Jornada bíblica ecuménica para niños
organizada por la zona pastoral de Grünsfeld-Wittighausen, por la Iglesia Católica junto con la parroquia evangélica. Se reunieron unos 100 para, junto con la Hermana Annemarai Eberhard y un equipo de unos 30 colaboradores, conocer más de cerca a los primeros apóstoles.
Pedro es un poquito como nosotros:
A veces es muy entusiasta, pero luego está muy triste. Normalmente sólo entiende la mitad de lo que Jesús le dice. A veces es presumido, es un bocazas. Pero una vez también fue un cobarde. La historia bíblica de Pedro, el primer apóstol, fue la base y el marco de la Jornada Bíblica para niños. La Hermana Annemarai lo preparó con un equipo de unos 30 colaboradores.
El diseño y la realización de la Jornada Bíblica para niños se basa en las “semanas religiosas para niños”. Éstas proceden de las diócesis orientales de la época de la RDA y son hasta hoy una oferta catequística de las parroquias. Por primera vez se celebraron en 1961 bajo el lema “Somos hijos de Dios”. Mientras tanto, también se han convertido en un proyecto popular de cooperación ecuménica en los estados federales occidentales en el trabajo con niños y jóvenes, y son muy populares.
Animar a los niños a confiar en la cercanía de Dios
“La Jornada Bíblica para niños se basa en la idea de acercar un tema religioso a los niños de entre 6 y 13 años de edad en grupos de edades mixtas bajo la dirección de adultos o líderes juveniles”, explica la Hermana Annemarai en una pausa. Ella y su equipo han procurado especialmente involucrar el mundo vital de los niños mediante juegos, música, acciones y trabajos en grupo. “El objetivo era animar a los niños a hablar de su fe y fortalecer su confianza en la cercanía de Dios. ”
Por eso hubo una obra de teatro y talleres creativos. Algunos jóvenes recrearon escenas del Nuevo Testamento. La historia bíblica proporcionó impulsos para los siguientes trabajos en grupo. Luego hicieron artesanías. Con mucho amor por el detalle y gran creatividad los niños confeccionaron tambores.
Ejemplo de cooperación ecuménica
Las distintas acciones encontraron un eco positivo entre los niños. La Hermana Annemarai se alegró por el desenvolvimiento armónico de la Jornada y la caracterizó como un “ejemplo de cooperación ecuménica”. Juntos han elaborado un programa variado. Por un lado, no se descuidó el aspecto del entretenimiento y, por otro, se abordaron temas serios. “El miedo, el cobijamiento, la ira y la esperanza son experiencias humanas básicas”, subrayó. Pero aún más importante para ella fue este descubrimiento: “Los niños, como Pedro, se dieron cuenta de que podemos confiar plenamente en Dios.”
La Jornada culminó con un breve tiempo de oración por la tarde en la parroquia San Pedro y San Pablo. Una última escena mostró nuevamente a Pedro, quien se dejó entusiasmar por Jesús. El punto final espectacular fue la aparición de los heraldos franconianos de Kützbrunn. Su presentación de tambores fue la prueba más fuerte del entusiasmo que la Jornada bíblica para niños despertó en todos los participantes.