Este título describe maravillosamente un fin de semana que hemos experimentado nosotras, la filial de las Hermanas a la sombra del santuario original. Que hemos experimentado una vez más, hay que decir. Porque las quince Hermanas de esta filial, que provenimos de siete países diferentes, experimentamos una y otra vez:
la Santísima Virgen obra.
Atrae hacia sí a las personas y les regala gracias. Para ello y por su encargo estamos en camino las Hermanas de María de Schoenstatt.
Generalmente, después de un fin de semana tal, las Hermanas volvemos a vernos en la cena del domingo y cada una aporta sus vivencias y experiencias. Nuestra Hermana encargada del comedor, la Hna. M. Medardis, ha preparado la mesa con dedicación, y nosotras nos alegramos de estar de vuelta en casa.
En camino por encargo de Ella
La Hna. M. Jennifer, de la oficina de habla inglesa, ha acompañado a un grupo de jóvenes de militares norteamericanos en los días pasados. Los jóvenes estuvieron en Schoenstatt para la preparación a la confirmación y conocieron más de cerca este lugar de peregrinación. La espiritualidad de Schoenstatt les llegó mucho. Para la Hna. M. Jennifer este es ya el tercer fin de semana que pasa con un grupo de militares norteamericanos.
El domingo por la tarde, la Hna. M. Jennifer tuvo un encuentro con el grupo africano que se reúne una vez por mes en la capilla de la Casa del Peregrino (Pilgerhaus) para la celebración de una santa Misa en inglés.
Familia mundial
También la Hna. M. Isabel nos relata sus experiencias hermosas. Ella acompaña a los peregrinos de habla portuguesa. Este fin de semana estuvo en Schoenstatt un grupo grande de hombres provenientes de Bélgica, que pertenencen al grupo del Rosario cuyo origen está en Brasil. Durante la celebración de una santa Misa para los hombres en el santuario original, la Hna. M. Isabel se suma a ésta con una familia brasileña. Los padres quieren consagrar a la pequeña Lorena a la Santísima Virgen. Después de la santa Misa, la Hna. M. Isabel les cuenta a todos en el santuario la intención de esta familia. Ella lee en los rostros de los hombres que ellos están pensando en sus propios hijos. En Brasil, la consagración de los hijos es una costumbre muy extendida. Por eso, la Hna. M. Isabel invita a los papás presentes a rezar por sus propios hijos durante la consagración de Lorena. En el santuario se percibe una profunda atmósfera de oración.
A la tarde, el grupo del Rosario se halla en la capilla del fundador, en el Monte Schoenstatt, y vuelve a encontrar a la familia con la Hna. M. Isabel. Espontáneamente, uno de los hombres se dirige a la pequeña Lorena, se arrodilla y le dice que rece por sus dos niñas. Él la abraza con gratitud. Otro hombre dice con humor: “¿Dos niñas? Sus niñas ya tienen 16 y 23 años.” Pero para el padre de familia son siempre sus dos pequeñas!
También las otras dos Hermanas del secretariado internacional estaban en camino en estos días. La Hna. María Andrea, que proviene de Ecuador, vuelve de un viaje a Wiesbaden, donde tuvo un encuentro con la misión de habla hispana.
Y hay siempre peregrinos individuales que vienen a Schoenstatt y quieren ser acompañados; en estos días: de Paraguay, Argentina, Chile … Para la Hna. María Andrea, el domingo por la tarde le pertenece siempre a personas que participan de la santa Misa en español en la capilla de la casa “Sonnenau”.
La dirigente de la coordinación internacional, Hna. M. Cacilda, tuvo un encuentro del equipo de comunicación en este fin de semana. A este equipo pertenecen colaboradores de distintos países y trabajan mancomunadamente.
“Nuestra familia: nuestro puntito de color”
La Hna. M. Doriett tenía un encuentro en la Casa de las Familias. Once familias de Köln-Pulheim tenían allí una jornada. Este es ya su segundo encuentro y quieren volver en noviembre. El tema ha dado en el blanco: “Nuestra familia: nuestro puntito de color”. En medio del programa de las familias llegó el pedido de un párroco de Coblenza, quien estaba con unos cincuenta confirmandos y catequistas pasando el fin de semana en el Centro Juvenil del Monte de María (Marienberg), en Schönstatt. Él quería que el grupo escuchara algo sobre el lugar, pero también acercarle a los jóvenes personas que están abiertas a las inspiraciones de Dios. Después de una introducción de la Hna. M. Doriett, la Hna. M. Vanda de Brasil, quien es sacristana en el santuario original y pertenece a nuestra filial, le da a este grupo un testimonio sobre su vocación. Los jóvenes la escuchan con atención. Culminan su estadía en Schoenstatt con una visita en el santuario original.
¡Bienvenidos a la Casa del Peregrino!
Dado que la Hna. M. Rosario, quien atiende en la Información de la Central de Peregrinos, en este momento está en Argentina, la Hna. Mirjam ha asumido la atención allí en este fin de semana. Como siempre, son peregrinos de distintos países los que llegan y comunican sus intenciones.
A muchos de los peregrinos les gusta hacer compras en la tienda de la Casa del Peregrino. La Hermana que atiende la tienda y es conocida, no está en este domingo: es la Hna. M. Doris, quien está visitando la “Expo-Ambiente” en Frankfurt, viendo qué puede ofrecer de allí más tarde en Schoenstatt.
La Hna. M. Lourdes saluda a muchos huéspedes en este fin de semana en la Casa del Peregrino. Generalmente vienen grupos de diversas naciones. Es una gran ayuda que la Hna. M. Lourdes haya crecido en un ámbito multilingual.
Tres Hermanas están en el Monte Schoenstatt por algunos días. Están participando de un curso de ejercicios espirituales, fortaleciéndose en el silencio y la oración para el tiempo venidero. Y son el poder de la oración en el fondo para las otras en estos días.
Las dos Hermanas de la casa Sonnenau pertenecen también a la filial de la Casa del Peregrino. En estos días, la Hna. M. Sara vela para que todo esté bien en la Sonnenau. En realidad, ella es la sacristana de la Iglesia del Peregrino, pero por unos días asume la dirección de la casa, puesto que la Hermana responsable está de ejercicios.
En el centro y entusiasmadas:
es lo que somos las Hermanas de la Casa del Peregrino, ¡de todas maneras! A todas nos causa mucha alegría llevar a los peregrinos al santuario original y a la capilla del fundador. Muchas veces nuestro trabajo no se puede planificar, se da espontáneamente. Para nosotras nada es demasiado tratándose de la Santísima Virgen y de nuestro Padre y Fundador!