28.09.2020

Sirviendo a nuestros Niños

Hna. Natividad González La Victoria, Santo Domingo, R. D.

El Centro de Nutrición

«Niño Jesús»

está de aniversario, cumple  30 años de acoger a todos los niños que por razones diversas llegan a la desnutrición en los primeros años de su vida.

El Centro de Nutrición es una institución sin fines de lucro fundado el 8 de Septiembre del 1990. Con el apoyo que  brinda a nuestra comunidad  Hermanas de María Schoenstatt los colaboradores  nacionales e internacionales de esta gran misión.

Su finalidad es ofrecer educación a los niños desnutridos de 6 meses a 5 años de edad del pueblo de la Victoria y sus campos, albergando a estos en el horario de 7:30 a.m. hasta 3:00 p.m.

En la actualidad tenemos  120 niños les brindamos servicios de salud, atención médica, alimentación diaria, cuidados de higiene, transporte diario para los niños del campo, educación de acuerdo a la edad y formación para los padres.

Tenemos el  propósito de formar una sociedad con valores, a través de la formación religiosa moral que reciben los padres y los niños; creando así hombres nuevos, donde la ley fundamental del amor triunfa.  Llevamos 30 años sirviendo con alegría y deseamos continuar esta hermosa misión.

La nueva experiencia de la pandemia

nos ha regalado nuevas formas para continuar el cumplimiento de esta hermosa misión. Aunque por el momento no podemos tener los niños en el Centro de Nutrición decidimos cada semana preparar los alimentos y llevarlos a sus viviendas. Esta nueva forma nos ha ayudado a tener un contacto directo no sólo con los niños y sus padres,  sino que hemos conocido  a la familia completa, sus casas y su situación económica en este tiempo tan difícil que se está viviendo en estos momentos .

Agradecemos a Dios y a nuestra Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt,  realmente estamos  agradecidas del apoyo que hemos recibido y continuamos recibiendo de todas las personas que nos han ayudado durante estos  30 años.  Son muchos los niños que han pasado por nuestro Centro de nutrición y hoy son hombres y mujeres que sirven en la sociedad.

Muchas gracias por su colaboración económica, sus oraciones y  sus sacrificios  para que estos niños y sus familias tengan algo para comer y una oportunidad de mejorar sus vidas como seres humanos e hijos dignos de Dios.