La hermana M. Ediane Batalin nació en Brasil. Pertenece a la Casa Provincial de Marienland de las Hermanas de María de Schoenstatt y está haciendo un curso de educación a distancia en portugués. Debido a las restricciones de la pandemia de Corona, realizó unas prácticas en condiciones difíciles en Lichtzeichen e.V. – Hilfe für schwangere Frauen. En la entrevista, realizada por la hermana M. Anne-Meike Brück, miembro fundador de Lichtzeichen, habla de sus experiencias.
Hermana M. Ediane, usted aprovecha su tiempo aquí en Schoenstatt, entre otras muchas actividades, para un curso pedagógico por correspondencia. ¿Puede hablarnos un poco de ello?
Los meses de prácticas en Lichtzeichen e.V. fueron un gran enriquecimiento, tanto para mí personalmente como para mi desarrollo profesional. He experimentado el amor y el compromiso incansable de las personas que hacen trabajo voluntario, a la par de sus ocupaciones y familias. Se inspiran en la espiritualidad de Schoenstatt y en el deseo de salvar y promover vidas. Muchos niños tienen la oportunidad de nacer gracias a este compromiso. Las madres han encontrado apoyo y un nuevo sentido para sus vidas y su maternidad, gracias al ejemplo de mujeres auténticas.
¿De qué contextos proceden las mujeres? ¿Y cómo fue el encuentro de estas mujeres en Lichtzeichen con una Hermana de María de Schoenstatt?
Antes de empezar las prácticas, no estaba segura de cómo reaccionarían ante mí las madres y los niños que participaban en el programa. Enseguida se vio que era una Hermana de María de Schoenstatt. Pero no fue perturbador. Al contrario. Me sorprendió mucho lo buena y positiva que fue la relación desde el principio.
En el programa tenemos madres de Siria, Afganistán, Turquía, Irán, Armenia, Eritrea (refugiados que a veces sólo hablan su lengua materna entre ellos). Pero la mayoría de las mujeres son alemanas. Tenemos madres solteras, otras casadas o que viven con su pareja, algunas con los problemas psicológicos, las que han sufrido violencia doméstica o las que han abortado. Se perciben multitud de problemas. Conocer el contexto familiar del que proceden los niños facilita la comprensión de sus comportamientos y dificultades y vamos ofreciendo ayuda de acuerdo a cada situación.
¿Hubo algún reto en particular para usted?
Uno de los mayores retos a los que me enfrenté fue el arte de adaptarme con flexibilidad a las circunstancias, las necesidades y el ritmo de los niños.
Algunas veces había preparado un gran plan de clases, pero cuando llegaba el momento de reunir a los niños y motivarlos a participar, a veces era difícil conseguir que se interesaran. Entonces, tenía que buscar alternativas para llamar su atención. Otro reto era que las madres estaban en la habitación de al lado. Esto era una motivación constante para que los niños fueran allí. Pero las madres tenían cada una sus propios temas y conversaciones y estaban contentas de estar entre ellas por una vez.
Sin embargo, con todos los retos que había, el personal de Lichtzeichen mantiene un buen diálogo con todos. Esto refuerza nuestra cooperación y nos da valor, incluso cuando las cosas no funcionan.
¿Hay algún consejo que pueda transmitir desde su experiencia?
Las dificultades son tareas. Estas palabras me ayudaron mucho. Me hicieron reflexionar sobre mis acciones, a conocer a los niños y las diferentes situaciones a los que me enfrenté, analizándolo desde una perspectiva holística. Las dificultades son una oportunidad para crecer. Motivan a buscar alternativas, a resolver y superar los problemas e imprevistos que se presentan en la práctica pedagógica.
¿Tienes unas últimas palabras para nosotros, algo que te lleves como impresión duradera de tus prácticas en Lichtzeichen?
Una de las experiencias más impresionantes durante las prácticas fue lo mucho que el personal de “Lichtzeichen” reconoce, aprecia y potencia lo bueno y positivo de cada niño y también de cada madre. El hecho de que la mayoría de las mujeres y los niños no tengan una estructura familiar estable influye en su comportamiento. La confianza y el afecto son un factor esencial en las relaciones. Lo que destaca es la apertura al diálogo, el intercambio de experiencias, la voluntad de sacrificio, la alegría y el compromiso de los implicados en el trabajo de «Lichtzeichen».
Por ejemplo, en los últimos meses, debido a las restricciones de Corona, las formas de aprendizaje y conversación no pudieron llevarse a cabo como antes. Además de la «tienda de ropa», en la que siempre era posible conseguir ropa, zapatos y todo lo necesario para ayudar a bebés y niños, ahora hay un «mercado de Lichtzeichen» dos veces al mes, a través del cual podemos ofrecer alimentos perecederos y no perecederos, artículos de higiene y otras cosas útiles. Esto mantiene el contacto. La conversación no se interrumpe. Siempre hay un reencuentro feliz y se puede ayudar muy bien a las familias.
Todas estas experiencias son de gran valor para mi vida personal y profesional. Estoy muy agradecido por este tiempo en el que “Lichtzeichen” se ha convertido en el deseo de mi corazón.
Danke, Schw. M. Ediane, für dieses Interview und dafür, dass Du für Lichtzeichen Deine Zeit, Deine Kreativität und vor allem Deine Herzenskraft gibst.
Lichtzeichen,
un proyecto del Movimiento de Schoenstatt, trabaja persistentemente por la protección de la vida de los niños no nacidos, por el apoyo financiero e espiritual de las mujeres embarazadas en situaciones de conflicto y sus familias, y de las mujeres después del aborto. En la Lichtzeichen-Haus de Vallendar-Schönstatt hay una tienda de ropa muy frecuentada y excelentemente equipada, un área de actividades, un piso para madres e hijos y una zona al aire libre que se utiliza especialmente en la época de Corona (charlas, reuniones, días de mercado). No dude en informarse en nuestro sitio Web: www.lichtzeichen.org