El parque de las Hermanas de María en Tréveris –
un paraíso para los nosotros y los animales
Las ardillas que se encuentran en el antiguo
Parque Caspary en Trier-Heiligkreuz
ya hace tiempo que los visitantes han descubierto que las ardillas han encontrado un hogar permanente y paradisíaco en el antiguo parque Caspary de Tréveris-Heiligkreuz. Se mueven tan rápido como un rayo de rama en rama, suben y bajan de los árboles y cruzan el parque a grandes saltos. El comedero del cedro de más de 170 años es el único lugar donde se puede observar a las ardillas con tranquilidad.
Carl Jung, de Koblenz-Lay, se ha dedicado a montar cajas de alimentación y anidación, hoteles para abejas e insectos, casas para pájaros y erizos. Se encarga de montar pequeños talleres en guarderías, escuelas, espacios públicos y sabe cómo construir, instalar y cuidar las cajas. Con su amplia red, apoya la iniciativa de las hermanas de Tréveris de convertir el oasis con los árboles centenarios en un paraíso para los animales. Sabe muy bien que los pájaros y los murciélagos carecen de alimento debido a la muerte de los insectos. Sus incansables esfuerzos son impresionantes. Su enérgica ayuda hace posible que parques y jardines, balcones y pequeños arriates se transformen en «proyectos faro» para la protección de la naturaleza y las especies, en beneficio de la humanidad.
Las Hermanas de María de Schoenstatt han estado al acecho de este apoyo. La hermana M. Anne-Meike Brück y su colaboradora Tanja Stephany, que siempre vigilan con cariño y a veces con preocupación los terrenos del parque de Tréveris, están agradecidas. «La encíclica medioambiental ‘Laudato si’ del Papa Francisco, con su análisis descarnado y su llamamiento urgente, ha caído en terreno fértil para nosotros. Hacemos lo que podemos», dice la comprometida hermana y se muestra visiblemente satisfecha. «Muchos visitantes llegan a nuestro parque. Se dan cuenta de nuestras medidas de protección de las especies». En breve, un cartel ofrecerá más información y animará a los ciudadanos a ser siempre conscientes de los recursos de la naturaleza.
Esto está en el espíritu del Padre Kentenich, que ya a principios del siglo pasado llamó la atención sobre el hecho de que la hermosa naturaleza puede formar a las personas y abrir sus almas a Dios. No en vano, la propiedad de las Hermanas, siempre abierta a los visitantes durante el día, se encuentra en Tréveris-Heiligkreuz, protegida por una muralla parcialmente antigua, pero todavía accesible. Hacia la Reckingstraße, dos artistas trabajaron durante semanas el año pasado en una magnífica representación de la naturaleza y los animales. Lo que se ha creado es digno de verse y maravillarse.
Merece la pena ir a este pequeño parque. Siempre hay algo que descubrir.
Mas información: www.schoenstattzentrum-trier.de
A las indicaciones de construcción: www.artenschutz-am-pilgerweg.eu