Las Hermanas de María de Schoenstatt fuimos invitadas por el párroco de nuestra parroquia, el P. Wellerson Roberto Días, junto con otras cuatro comunidades religiosas, a participar en
una semana de misión vocacional para mujeres
en la parroquia de Nuestra Señora de Aparecida en Congonhinhas/PR, Diócesis de Cornélio Procópio, Brasil.
La iniciativa del párroco para esta semana fue motivada por la observación de que en esta parroquia no había habido vocación de mujeres desde hacía más de diez años.
María elije la mejor parte
Tras unas cuantas reuniones de planificación, llegó la tan esperada semana del 15 al 21 de agosto. El lema era “María eligió la mejor parte” (Lc 10,42). Durante la misa de envío, todos recibieron un kit en una bolsa personalizada con el material necesario, preparado por la parroquia: todo el programa, oraciones, etc., así como el folleto promocional de cada Comunidad Religiosa.
Durante esta intensa semana, a pesar del frío y la lluvia, los cinco religiosos realizaron visitas a colegios, dieron catequesis y grupos en capillas rurales y a familias; bendición de comercios, etc. Se dio prioridad a la ayuda y asistencia a los miembros enfermos o en situaciones especiales. Hubo encuentros con jóvenes, adolescentes y niños, una visita al ayuntamiento con una reunión con todos los funcionarios y autoridades y se tuvo una cálida bienvenida del alcalde.
Nuestro vestido religioso ayudó
La rutina diaria comenzaba con la Santa Misa y el rezo de la Liturgia de las Horas por la mañana, y un tiempo de oración por la tarde. Nuestro vestido de Hermanas atraía la atención de la gente y, en algunas oportunidades, llegaban visitas y saludos imprevistos, ya que, con alegría, la gente saludaba a las hermanas en las calles. La presencia de tantas Hermanas fue algo inédito. Sin duda, también movió los corazones en el espíritu de la vocación. El párroco quiere continuar esta labor y para ello cuenta con la colaboración de las hermanas.
Reina de corazones y vocaciones
Durante la evaluación de esta Semana de la Misión Vocacional, tuvimos la oportunidad de proponer a todo el equipo coronar el cuadro de la MTA que el P. Wellerson tiene en su rectoría, como regalo por su ordenación sacerdotal. Con una breve y espontánea celebración, la MTA fue coronada «Reina de los Corazones de las Vocaciones». Fue un momento en el que el cielo tocó la tierra. Experimentamos una semana bendecida y llena de gracia de la presencia de Dios. La misión realizada junto a diferentes comunidades religiosas, fue una experiencia de unidad. Al igual que en la apertura, en la clausura común, nos despedimos con gran alegría, esperando volver a encontrarnos pronto para profundizar el trabajo directamente con los jóvenes.