«¡Gracias Hermanas por devolver
a Cristo a la Navidad!»
Este fue el comentario de una joven madre que se encontró con las Hermanas de María y algunos miembros del Movimiento de Schoenstatt en un popular centro comercial de Ciudad del Cabo. Hace algunos años, las Hermanas pusimos en marcha el apostolado
«Cristo en el Centro Comercial».
El último domingo de Adviento pasamos la mayor parte del día en la entrada del centro comercial local invitando a la gente a escribir sus peticiones de oración y a encender una vela delante de una gran imagen de María. En otra mesa, se invitó a los niños a hacer sus propias tarjetas de Navidad. Una hermana se sentó junto a la imagen de María y rezó por las intenciones que se nos habían confiado, otras hermanas se tomaron el tiempo de hablar con la gente.
La Hermana Ann-Marie cuenta: «Algunos pasaron de largo y nos evitaron a toda costa, otros prometieron volver pero no lo hicieron. Sin embargo, muchos se detuvieron a escribir una petición o a hablar con nosotros. Este año hablé con varias personas que estaban sufriendo mucho.
• Una mujer, que camina con muletas, me pidió que rezara por su hermana enferma de cáncer.
• Otro hombre, que al principio no sabía qué escribir en un libro de peticiones, volvió y escribió: «Reza por el hijo de mi amigo, que murió hace poco de un disparo».
• Y luego hubo un joven que preguntó si podía escribir algo a pesar de no ser cristiano.
• Experimentamos mucha alegría a lo largo del día, especialmente cuando el director de un instituto católico local nos vio y en poco tiempo publicó nuestra acción en las redes sociales, animando a otros a venir y participar con nosotros. Escribió: «Increíble: entrar en un centro comercial y ver a las Hermanas de María devolviendo a Cristo a la Navidad en el exterior del centro comercial Constantia Village. También se ofrecen a rezar por la gente. ¡Qué regalo! También hay actividades encantadoras para los niños. Necesitamos más iniciativas como ésta fuera de nuestros centros comerciales para que podamos mantener la verdadera esencia de la Navidad en nuestros corazones y mentes».
Los niños se divirtieron mucho haciendo sus tarjetas de Navidad, dos niñas se quedaron casi una hora entera haciendo diferentes tarjetas y estrellas. Ellos y otros han prometido venir a Schoenstatt Constantia unos días después de Navidad para la representación del belén y la tarde de villancicos. Muchos de los vigilantes de aparcamientos y carritos de la compra son inmigrantes de otros países de África. A menudo están desatendidos y viven en condiciones difíciles. Desde hace algunos años, los schoenstattianos se acercan a estos grupos y los invitan a nuestro centro de Constantia para diversas actividades. También ese día pudimos ponernos en contacto con ellos. Se sienten como en casa en el santuario y en Schoenstatt y están agradecidos por el intercambio.