15.03.2023

A segunda vista – 01

Hna. M. Anrika Dold, Susanna Denkinger; Illustration: Hna. Francine-Marie Cooper

«Concibamos cada cosa creada

como un gran libro ilustrado de Dios,

como un libro de lectura acerca de Él.”  J. Kentenich

 

Bicicleta

«Cada cosa creada es un pensamiento personificado de Dios. – Cada cosa creada contiene un pedacito de la bondad de Dios.»
El Padre Kentenich se adhiere inquebrantablemente a esta convicción en todas las situaciones de su vida.

Madeleine Delbrêl (1904-1964), una mujer francesa que vivió la fe en un ambiente ateo, rezaba una vez:

«Los santos de antaño tenían una especie de seguro espiritual. (…) Tenían tiempos fijos de oración, ciertas penitencias y toda una recopilación de consejos y prohibiciones. No obstante, Tú nos has puesto en un tiempo que está enamorado de su libertad; un poco fuera de pistaEn este se juega la aventura de tu gracia».

Y en este «desequilibrio vertiginoso» de nuestro tiempo, ella desarrolla una especie de «espiritualidad de la bicicleta»: un equilibrio que solo puedes alcanzar y mantener balanceándote hacia adelante: «Es como una bicicleta que solo se mantiene derecha cuando se monta. (…) Solo podemos mantenernos erguidos si seguimos adelante, si nos entregamos al impulso del amor».

No podemos «estabilizar» mucho a nuestro alrededor, pero podemos encontrar nuestro equilibrio interior cuando nos reenfocamos en

«Balancear la bicicleta del amor» – hacia ÉL,

el Salvador del mundo. Nuestro camino también conduce a través de la noche. Pero tenemos una acompañante: María.

MARIA,

camina conmigo, mantenme en equilibrio, si voy hacia ÉL ahora.

HOY

Hoy voy a dar una vuelta en bicicleta o salir a caminar al aire libre – contigo, Santísima Virgen.