Misión País
es un proyecto con el objetivo llevar a Cristo a diferentes pueblos de España. Si hablamos de forma objetiva, podemos pensar que es un voluntariado, pero la realidad es que los que lo hemos vivido, sabemos que ese término se le queda muy pequeño.
Durante la semana de misión, tanto los habitantes de cada pueblo, como los propios misioneros experimentan un cúmulo de sensaciones, que yo sinceramente, no he llegado a sentir en otro sitio.
“Es un tiempo de transformación, aprendizaje, y entrega”. Así trata de explicarlo una de las misioneras. Me parece que no puede ser más precisa, a través la misión Dios transforma personas, las pone al servicio de la iglesia, y de los más necesitados. Durante una semana parece que ni exámenes, ni problemas, puedan impedir que cada persona se entregue. Cada uno se entrega a su manera, pero si de algo estoy seguro es de que todos damos el máximo, nadie se deja nada dentro. Y todo como ya he dicho, con el objetivo de llevar a Jesús donde más le necesitan.
Este año hemos contado con catorce pueblos, y por tanto con más de quinientos misioneros. Algunos de estos pueblos eran nuevos como Pedralba (Valencia), o La Carlota (Córdoba). Algunos cerraban la misión como Villanueva del Rio y Minas (Sevilla). Cada misión dura tres años, mostrando en cada uno de estos las gracias que nos entrega la Mater en el santuario.
Desde mi punto de vista, y pese a mi inexperiencia puedo afirmar, que los que sabemos lo que es Misión País contamos los días para irnos nuestros respectivos pueblos. Nos esforzamos día a día tanto en el trabajo, como en el estudio para no faltar ante tal acontecimiento, y vivimos cada día de misión como si fuera el último, como exigen los grandes entrenadores de fútbol, dejando todo en el campo. Durante la misión madrugamos, para visitar residencias, centros de día y colegios, para así acompañar tanto a pequeños y mayores. Por las tardes vamos puerta por puerta, en las calles del pueblo tratando de ayudar en lo que haga falta a los vecinos, de la localidad. Por las noches para terminar el día, hacemos dinámicas de oración que nos ayudan a vivir esta experiencia teniendo por seguro que somos meros instrumentos.
En conclusión, Misión País es un tiempo privilegiado donde además de servir, podemos ver la misión que Dios tiene en cada uno de nosotros. Y no solo eso, sino que observamos como él nos va moldeando, y encarrilando de la mano de María. Gracias a este proyecto, cada año, jóvenes de toda España sienten la llamada para llevar a Cristo donde más falta hace. Porque aunque muchos piensen que sí, no es necesario salir de España para servir a la Iglesia.