Actualmente la Hna. María del Carmen (Directora), Sonia (Coordinadora) y Facundo (Responsable de relaciones institucionales) son quienes conducen el día a día de La Nazarena. A ellos les preguntamos:

• ¿Qué es lo que caracteriza a La Nazarena y la hace “distinta” a otros centros?

Muchas personas que nos visitan dicen no haber visto nunca algo así.

La Nazarena no es solo un lugar de contención sino de educación e impulso para niños, adultos, familias enteras. Además, brindamos un apoyo desde la espiritualidad y la empatía. Eso nos hace diferentes. Lo principal es la presencia de María, Ella marca algo distinto, todos lo sienten al entrar. Ella es quien va conquistando a todo el que llega a La Nazarena. La Nazarena no son solo estas paredes sino el nexo y vínculo que tenemos con el Santuario de Nuevo Schoenstatt.

Por otro lado, La Nazarena es un Centro abierto a todas las edades. Para muchas personas que desean hacer cursos o formarse, la edad muchas veces es un impedimento, sea para realizar un curso o para terminar la escuela. En La Nazarena todos pueden encontrar lo que buscan, sea la edad que tengan.

Por último, para La Nazarena es muy importante el trabajo en equipo. No podemos nada solos. Por eso, en todos los ámbitos (educación, salud, trabajo) buscamos trabajar en alianza con fundaciones. En salud con hospitales públicos y con nuestro Sanatorio Mater Dei. En educación tenemos una alianza con el Ministerio de Desarrollo y Fundación Educando, que con sus cursos de formación en oficios es un aporte fundamental también en el área de trabajo. Buscamos un vínculo lo más personalizado con nuestros donantes, voluntarios, y trabajamos en conjunto con la Pastoral del Santuario.

• La misión de La Nazarena es: “Contener, educar e impulsar a los más necesitados a ser protagonistas del cambio de sus vidas en alianza con María.” ¿En estos 5 años experimentaron alguna transformación o cambio en las familias que asisten a La Nazarena? ¿Vieron cumplida o realizada esta misión?

Algunas personas que asisten al Centro dicen que La Nazarena les enseñó a creer que realmente pueden salir adelante, y esto ya es un gran logro alcanzado. También algunos vecinos han expresado que el barrio ha cambiado gracias a La Nazarena porque por ejemplo antes los chicos pasaban gritando, diciendo cosas feas, ahora pasan saludando y sonriendo. Por eso, podríamos decir que sí ha habido transformaciones. Es de esperar que, como todo proceso, algunas familias aún tengan un camino por recorrer, que todavía se sienten inseguras y precisan aún más herramientas para ser protagonistas del cambio de sus vidas.

La misión de La Nazarena se ve reflejada también en los adultos. Podemos constatar que muchos han adquirido un trabajo o han comenzado con sus propios emprendimientos o estudios en Universidades, y de ese modo muchas familias que se sintieron acompañadas y apoyadas, han podido salir adelante y hoy ya no necesitan asistir diariamente al Centro.

• ¿Qué proyectos se pudieron llevar a cabo en estos 5 años?

En La Nazarena buscamos que cada proyecto sea a largo plazo, no buscamos inmediatez. Todo proyecto es parte de algo más grande y se trabaja sobre una mirada integral. Cuando lo pensamos y planificamos volvemos a nuestros orígenes, pues en cada uno está el anhelo de ser fieles a ellos. Los orígenes están en las hermanas que llegaron a Florencio Varela, las que trabajaron en la Casa Familia del Padre, en resumen, en nuestra historia.

Como ejemplo concreto de un proyecto que se inició y hoy, podríamos decir, se desarrolla en plenitud es el Espacio de Primera Infancia (EPI). Al inicio de La Nazarena no contábamos con este espacio, con la experiencia y también viendo una necesidad concreta, logramos llevarlo a cabo. Hoy en día todos los que nos visitan se quedan impresionados con este espacio al el que asisten niños de 45 días a 5 años distribuidos en tres aulas, en las que, a través de la estimulación y juegos, aprenden en un entorno de contención y empatía.

• ¿Hubo algún cambio en La Nazarena en estos 5 años? (en el sentido de la estructura, organización, etc.)

Si, en cuanto a la organización. El año pasado logramos armar el Organigrama de La Nazarena. Al inicio, como en todo, todos hacemos de todo un poco. Con el tiempo se vio necesario ir haciendo un orden organizatorio, como parte del proceso. Al comienzo se dejó espacio a la vida, ver las necesidades, las distintas áreas, adquirir experiencias, etc. y el año pasado vimos que era tiempo de ordenar toda esa vida que surgió. Nos sirvió mucho entender que si queríamos que La Nazarena siguiera creciendo había que institucionalizar los procesos y también ayudó a que podamos trabajar mejor en equipo, a tener roles definidos, a que cada uno sepa el rol y lugar que tiene y a la vez nos permite trabajar más coordinadamente. Nos damos cuenta de que, si esta organización está de base, todo en La Nazarena fluye mejor.

A su vez se construyeron nuevos espacios, para optimizar nuestro servicio a la comunidad y ampliar la cantidad y calidad de nuestras actividades.

• ¿Tienen algún “estilo” de conducción?

Sí, nuestro estilo de conducción es familiar. En La Nazarena buscamos la armonía entre firmeza, exigencia, calidez y acogida, junto con la autodeterminación, que lleva a cada persona a ser el protagonista de su propia vida.

Nuestro anhelo es que cualquier persona que llegue a La Nazarena se sienta y sepa que es parte de una familia. Buscamos que aquí encuentren cariño, cercanía; un lugar que les da una perspectiva distinta a lo que tal vez están acostumbrados. Un ambiente sano, limpio, alegre, que sana y regala el convencimiento de que es posible superarse cada día y alcanzar metas altas a través de pasos pequeños, destacando el valor del compromiso y la responsabilidad.

Para terminar, dos preguntas más personales:

• ¿Qué significa para ustedes poder venir todos los días a La Nazarena y ayudar a otros a “ser protagonistas del cambio de sus vidas en alianza con María”?

Para nosotros es un regalo y una alegría muy grande poder tener la posibilidad de cada día ayudar a cambiar la vida de las familias más vulnerables a través del don que Dios nos hace con La Nazarena. Muchas de las familias y personas que asisten al Centro piensan o creen, culturalmente hablando, que no tienen un futuro más que el que les rodea o del que conocen. Por eso, para nosotros venir a La Nazarena y ayudar en lo que podemos, significa transformar realidades en nuestros tres ejes (educación, salud y trabajo) y brindarles las herramientas que les ayude a transformar sus realidades.

También a través de La Nazarena podemos regalar una experiencia de pertenencia y por sobre todo de Dios, de María. Que puedan encontrar un lugar seguro de arraigo y regalar esa experiencia a otros.

• ¿Experimentaron que “La Nazarena” obró una transformación en ustedes en el tiempo que llevan aquí?

¡Sí, totalmente! Nos damos cuenta de que no somos los mismos hoy que el día que comenzamos a trabajar aquí. Podemos verlo y experimentarlo en todos los ámbitos y aspectos de nuestras vidas: en la capacitación y formación profesional que fuimos teniendo y recibiendo; en la comprensión del otro desde adentro, en el comprender y acompañar las realidades concretas de las personas que asisten al Centro y de poder tener una mirada más amplia sobre estas realidades distintas. También hemos ido creciendo en el trabajo en equipo, en la comunicación. ¡Sí, definitivamente, La Nazarena cambió nuestras vidas y el modo de ver la vida!

Agradecemos mucho a María, La Nazarena, por todo su obrar en tan solo 5 años. Sin duda es ella la que conquista los corazones y atrae a todos hacia sí, y desde este lugar desea renovar el mundo. Como parte de la entrevista a Esteban le preguntamos si había algo que le quisiera agradecer y desear a La Nazarena en su cumpleaños número 5, su respuesta fue:

¿Qué le agradezco? Por todo. Por todos los momentos que viví acá, por todas las personas que conocí, por todo lo que me dio y pude recibir. (Pensativo continúa diciendo) ¿y qué le deseo?… Que sigan haciendo lo que hacen. Recibiendo más familias, que cada vez se haga más conocido el trabajo que se hace acá. Crecimiento, que sea todo lo mejor. Eso le deseo.

El pasado 19 de marzo, La Nazarena celebró su cumpleaños número 5 con muchos invitados, entre ellos Mons. Eduardo Redondo, Obispo Auxiliar de la Diócesis de Quilmes, quien presidió la Eucaristía y luego pudo compartir con todos los que participaron un alegre y ameno festejo.

Volver a Impulsos