“POR TU CRUZ DE AMOR, SER ROSARIO VIVO”
Sabemos que las Misiones son una forma de evangelización, un modo de ser Iglesia en salida, un modo de despertar en nuestros jóvenes el fuego del amor por Jesús, por María, de impulsarles a los más altos ideales. Las Misiones captan los corazones que tienen sed de darse, de dar hasta lo último, para encontrarse con el Dios presente en quienes los vayan a recibir, y también en quienes no lo harán. En estos espacios se dan y se reparten las gracias de nuestro Santuario, de la acogida, de la transformación interior y del envío apostólico, en la medida en que cada uno vaya abriendo su corazón y se vaya dejando utilizar como instrumento.
En la semana santa de este año, se llevó a cabo en Mendoza las Misiones Via Iesum número 12, con 120 chicos provenientes de distinta provincias como Córdoba, San Juan, San Luis y Mendoza. Fueron días de un profundo recogimiento espiritual para acompañar a Cristo en su camino hacia la cruz y luego hacia la Pascua Gloriosa, y a su vez, días de encuentro, de salida, de compartir la alegría de nuestra Fe en ese Cristo que se entrega por amor a cada uno de nosotros.
Cada año las misiones siguen el hilo de un lema que atraviesa todas las actividades que se van desarrollando. Este año misionamos en la localidad de Lavalle, donde la patrona es la Virgen del Rosario. Es por esto que el lema de las misiones integró este rasgo característico del lugar, con lo más propio de la Semana Santa:
“Por tu cruz de amor, ser rosario vivo”.
A la luz de este lema fuimos descubriendo los misterios que Dios nos revela en la vida de María, en la vida de Cristo, y en nuestra propia historia, en la historia de las personas que fuimos visitando.
Oportunidades para compartir con el pueblo, para conocernos, se dieron por medio de las visitas a cada hogar de la zona, en el intercambio con aquellas personas que recibían en sus hogares la imagen de nuestra Madre y Reina, rezando juntos como comunidad. También por medio de los encuentros organizado por los misioneros para los niños y jóvenes del lugar, compartiendo un momento de juegos, de diversión y de catequesis. Además de compartir cada día las celebraciones propias de la Semana Santa con la Comunidad Parroquial, como el Lavatorio de los pies y la Institución de la Eucaristía, un Via Crucis organizado por los jóvenes de la parroquia con gestos y representaciones, y la misma Vigilia Pascual.
Al finalizar las misiones se pudo comprobar como la Mater se fue haciendo sus caminos en medio de tantos jóvenes, extendiendo también sus ramas para expandir en la misma localidad de Lavalle la Campaña del Rosario, para que la presencia de María no se dé solo por unos días en el lugar, sino que recorra sus calles en lo cotidiano de la vida. La invitación de esos días nos motiva a agradecer por tantos jóvenes que apuestan por dejar sus comodidades, y entregar sus días para trabajar por el Reino de Dios y para crecer en la vida de la gracia y de la fe.