«Recargar las baterías».
Este fue la idea directriz de un día de retiro para los maestros de las Escuelas Calvarienberg (Monte Calvario) en Bad Neuanahr-Ahrweiler[1]. 78 maestros y maestras llegaron a Schoenstatt en la mañana del 26 de mayo de 2023. La dirección de la Escuela quiso darles este día como agradecimiento por todos sus esfuerzos. Desde hace dos años y medio, ya habían hecho la reservación para este propósito, con la Central de Peregrinos de Schoenstatt (Alemania)[2]. Después de los agotadores años del Corona (pandemia del covid-19) e inundaciones, esta oferta finalmente pudo realizarse
A las 9:00 a.m., el día comenzó con un café en y frente a la Casa del peregrino. Después de esta acogida, todos se reunieron en la Sala 3 de la Casa del Peregrino para una introducción al día.
“Recargar las baterías[3]” en Schoenstatt
Después del saludo de bienvenida, la Hermana Barbara-Maria Kullmann invitó a las dos cumpleañeras, del personal docente, a cantar una canción de felicitación. Un fuerte aplauso respaldó las felicitaciones. La invitación a visitar el Santuario Original, la Capilla de Gracias de Schoenstatt, para recoger allí una sorpresa, un refrigerio para el cuerpo y el alma, despertó la curiosidad. Esta sorpresa, se descubrió más tarde; fue una cita del Padre José Kentenich[4] con un chocolatito.
Tras el saludo inicial, una meditación diseñada sobre el encuentro con Dios del profeta Elías en el Monte Horeb, estableció el ambiente para embarcarse en un camino interior con diferentes «condiciones climáticas», procesos internos que pueden ser fundamentales si uno quiere encontrarse a sí mismo y a Dios. Varias propuestas alternativas siguieron.
En los días anteriores, ya había sido posible marcar una de las opciones por adelantado. Sin embargo, todavía hubo libertad para cambiar o incluso tomar un tiempo libre, si eso era lo que se necesitaba, como subrayaron los organizadores del Taller. Así que hubo algunas reorientaciones en el transcurso del día, pero todas las ofertas alternativas tuvieron lugar, con 10 participantes más de lo planeado, o solo en un grupo pequeño, pero aún más intenso.
Otras opciones atractivas
Hubo una propuesta del Padre Lothar Herter: «El alma va a pie» – caminando, con reflexiones sobre el Tema:»Recargar las baterías». Más de 30 “excursionistas” emprendieron el camino. Un maestro expresó después con entusiasmo: «Conozco muy bien a Pablo, leo la Biblia. Pero este pasaje, que el Padre Herter trajo a colación, aún no era conocido por mí. Tendré que leerlo de nuevo».
«¡Oh estrés, déjalo! Recargar mi batería a tiempo» – en este Taller, con Claudia Brehm uno podía «escuchar, probar y activarse». Los participantes salieron de este taller con buenos propósitos y conclusiones, y el diseño de la sala de reuniones, ya había despertado su curiosidad de antemano.
Alternativamente, hubo un recorrido por diferentes “estaciones” sobre el origen de Schoenstatt, su pedagogía y espiritualidad con el Tema: «Desafíos – Puertas para el inicio de la vida espiritual». Este camino con la Hermana Barbara-Maria Kullmann terminó en el Santuario Original y una breve introducción a la oración.
La Hermana M. Natalie Stewart nos invitó al “Taller de madera de aluvión”[1] con el Lema: «¡Algo brilla! Convertir lo aparentemente sin valor en algo precioso» – sacar fuerzas y procesar las propias preguntas en el taller “de madera de aluvión”. La gran sala (de conferencias) del Sonnenau (Casa de la Juventud, en Schoenstatt), era suficiente para todos los que quisieran participar en esta oferta. Un “gran río”, cubierto de telas y bordeado de madera de aluvión, visualizaba el impulso espiritual al comienzo de esta oferta. A continuación, todos los participantes encontraron en este diseño del suelo un trozo de madera de aluvión que se adaptara a ellos, y que trabajaron en una pequeña obra de arte.
En el almuerzo de las 11.45 a.m. en la Casa del peregrino, se intercambiaron animadamente las experiencias de la mañana.
También hubo opciones alternativas por la tarde, de 12:45 a 2:00 p.m. En algunos casos, se formaron viajes compartidos al Monte Schoenstatt[2] para este propósito.
Allí, la Hermana M. Natalie Stewart dio una reflexión inicial y una introducción a la práctica del silencio bajo el Tema: «El silencio, fuente de fortaleza: un momento de evaluación personal».
La Hermana Gisela-Maria Mues nos invitó al Pater-Kentenich-Haus (Casa Padre Kentenich) para reflexionar e intercambiar sobre el Tema: «Recargar las baterías: aprovechar el día (al máximo) “. Uno de los ecos sobre esta oferta: «Hermana, usted abordó exactamente mi situación … Los ejemplos eran muy apropiados».
Una vez terminada la hora del almuerzo, muchos eligieron la oferta «Recargar las baterías – mantenerse en equilibrio», un curso de ejercicios, con reflexiones y estaciones en el Valle de Schoenstatt y en la “Arena de los Peregrinos”. Estos incluían, por ejemplo, vigas de equilibrio y trampolín, o un ejercicio para dejarse guiar con los ojos cerrados y reflexionar sobre esta experiencia.
Oración con entusiasmo y alegría
Los participantes del Taller: «Mi alma canta – recargar las baterías por medio de canciones espirituales» diseñaron la oración de clausura en la Iglesia de peregrinación con canciones exquisitas y acompañamiento con el E-piano.
Durante este tiempo de oración, entre otras cosas, se podían admirar las obras de arte del “Taller de madera de aluvión”. Después de una meditación de la Hermana M. Natalie, dos de las participantes, mostraron espontáneamente su obra de arte creada en la mañana. En cuatro carteles del curso de ejercicios (Parcours), se escribieron palabras claves sobre los siguientes pensamientos:
– Eso me da fuerza, eso me quita la fuerza.
– Deseo fortaleza para esto – Doy fortaleza a los demás.
Todo esto fue ofrecido a Dios en la oración. El entusiasmo y la alegría determinaron el ambiente en la Iglesia de peregrinación. El tiempo de oración terminó con el agradecimiento a todos los responsables de este día.
Finalmente, hubo la oportunidad de tomar una taza de café y pastel (bizcocho, torta) en la Casa del peregrino. Al final de ese día de retiro, alguien expresó honestamente:
«Pensé: ¿Este día tiene que ser ahora, especialmente al comienzo de las vacaciones de Pentecostés? ¡Pero fue tan bueno! Realmente pude “descender».
– Alguien más dijo: «Gracias, por hacerlo tan fácil «. – «Realmente todo estuvo bien”. – “Recargar las baterías: una idea directriz y una experiencia que pudimos realizar en este día.”
«Que las buenas experiencias de hoy resuenen durante mucho tiempo en su interior «.
Con este deseo y la invitación «Vuelvan con mucho gusto», los grupos de personas que viajaron juntos, emprendieron nuevamente su camino.