Tres Hermanas de María (de Schoenstatt) que vivieron mucho tiempo en Burundi [1] han regresado a Suiza:
la Hermana M. Theresiane, la Hermana M. Janine y la Hermana M. Josianne.
Sus corazones, sin embargo, han permanecido con el pueblo de Burundi. Una pequeña serie nos permite compartir las ricas experiencias que nos cuentan:
Hermana M. Theresiane Maier:
Agradecida de haber podido estar allí.
Una de nuestras tres pioneras, la Hermana. M. Lioba, que llegó a Burundi en 1962, algo así como a “aventurar”, nos contó cómo era la vida allí. Esto hizo que la Hna. M. Theresiane quisiera ser enviada al mismo lugar también; además, se necesitaban enfermeras para Burundi.
La Hna. M. Theresiane se ofreció de voluntaria[2], y luego sirvió allí durante 40 años como enfermera en dos “Centros de las misiones” (a cargo de las Hermanas de María de Schoenstatt).
Le resultaba especialmente gratificante en su tarea, el poder ayudar a los enfermos y a los pobres y estar al lado de los niños hambrientos. Apreció que la gente en Burundi es muy agradecida, ama a la Santísima Virgen y está muy abierta a sellar la Alianza de Amor con María. Sí, ella misma también ama mucho a María – esta es una razón por la cual se decidió por la Comunidad de las Hermanas de María de Schoenstatt.
No es una Hermana de María perfecta, ¡pero sí feliz! –
«Burundi es un país precioso y estoy muy agradecida de haber podido estar allí»,[3]
dice radiante. Siempre le han gustado los cantos, el ritmo con las palmas de las manos (al compás de la música) y los tambores, de la gente de Burundi. – Cuando le preguntaron qué fue lo más difícil en Burundi, sólo contestó: «¡El idioma!». Es comprensible, porque los pacientes del hospital a menudo no entendían ni el alemán ni el francés, y la Hna. M. Theresiane al principio todavía sabía muy poco kirundi, la lengua local, como para entender lo que la gente necesitaba.
Para su tarea, era importante para la Hna. Theresiane que nuestra Familia de Hermanas pudiese realizar también su misión en Burundi; que el Padre Kentenich fuese conocido por mucha gente y que Dios llamara a jóvenes burundianas a la Comunidad.
Mientras tanto, ¡hay unas 60 Hermanas de María nativas! – La Hna. M. Theresiane regresó a Suiza hace unos años por motivos de salud. Lo que más echa de menos de allí (de Burundi) es la sencillez del estilo de vida.
[1] Burundi es un país al este de África. Cuenta con una población de 11.8 millones de habitantes. Es un país muy pobre, pero su gran riqueza es su gente, en su mayoría católicos, la cual posee una fe viva, abierta a todo lo religioso, y con un gran amor a la Santísima Virgen.
[2] Quiere decir que ingresó a las misiones de nuestra Comunidad de Hermanas María de Schoenstatt, en el extranjero. En este caso se refiere a las misiones en el África, en Burundi.
[3] https://www.s-ms.org/es/2023/07/24/por-sexta-vez/
Continuación: Próximo artículo de la serie – Hermana M. Janine Ohnmacht –