21.09.2023

Un regalo de la Santísima Virgen

Hermana M. Anitha Barancira, Muyinga
Burundi

Ceremonia de Vestición[1] de las Hermanas de María de Schoenstatt

en Burundi, África Central

El 27 de agosto de 2023, en Burundi, tuvimos la gran alegría de recibir a seis novicias en nuestra Familia de Hermanas: cinco, procedentes de Burundi y una, procedente de Kenia.

Las Hermanas, los sacerdotes de la Parroquia de Mutumba y el Equipo de pastoral del Santuario de la Confianza[2], se entregaron en cuerpo y alma a la preparación de la fiesta. Hubo buena colaboración y ayuda mutua. Esto mostró la realidad del «Nada sin Ti – Nada sin Nosotros» y del Cor unum in Patre[3]. Fue una experiencia de Cenáculo, porque en unión con María, el Espíritu Santo obró en cada uno según sus talentos para el bien de todos.

Un Ambiente familiar y espiritual

La Ceremonia de Vestición se caracterizó por un ambiente familiar y espiritual. Nos alegramos de contar con la presencia de la Hermana M. Joanna Buckley, nuestra Superiora General, y de la Hermana M. Gloria Lopez, nuestra Superiora Provincial, así como de otras Hermanas de Sudáfrica y de Kenia. La gente vino de cerca y de lejos. 31 personas kenianas incluso viajaron durante tres días en autobús para participar en esta celebración familiar.

Desde las 7: 00 a.m. se entonaron cantos vocacionales en el Santuario (de Schoenstatt). A las 9: 00 a.m. llegaron las novicias. Todos los presentes cantaron y rezaron con una paz inimaginable. Nos dirigimos en procesión a la Iglesia parroquial. Allí Monseñor Anatole Ruberinyange, Vicario General de la Arquidiócesis de Bujumbura, junto con 14 sacerdotes, celebró la Santa Misa. El coro cantó en kirundi, francés, swahili e inglés. Esto ayudó a todos a sentirse como en casa.

Dios llama a todos: ¿Quién soy yo para ti?

En su homilía, el Vicario General indicó, entre otras cosas, que todo cristiano está llamado a vivir de su fe. Jesús hace a todos la pregunta, como a Pedro:

¿Quién soy yo para ti? Quiere que respondamos a esta pregunta con el pensamiento, la palabra y las obras. Así podremos ayudarle a construir un mundo en el que reinen la paz, la unidad y el amor. Nadie conoce los caminos de Dios. Dios llama a cada uno y le da una tarea, por lo que nunca debemos menospreciar a nadie, porque la conversión es posible. Por último, el Vicario General dio ejemplos concretos que pueden ayudarnos a responder a Jesús.

¡Aquí estoy!

Tras la culminación de la homilía, se realizó el rito de Vestición.  La Hermana M. Joanna llamó a las novicias por sus nuevos nombres y ellas respondieron con voz firme y clara: «¡Aquí estoy!» y se dirigieron al altar. El Vicario General dirigió las oraciones del rito y entregó (a cada novicia) el “traje de María”. A continuación, las novicias se dirigieron a la sacristía para cambiarse.

Todos los presentes quedaron asombrados cuando, al cabo de poco tiempo, estas entraron a la Iglesia vestidas de Hermanas. Para el ofertorio, un grupo de madres danzaron[4], y las novicias llevaron las ofrendas al altar.

Después de la Santa Misa, todos se dirigieron en procesión al Santuario (de Schoenstatt) para recibir la bendición final. Cada novicia llevó un lirio a la Reina de la Confianza. – Después hubo una recepción. Las candidatas (de las Hermanas de María de Schoenstatt) y los miembros del Movimiento (de Schoenstatt) amenizaron la celebración con bailes (típicos).

Gracias por la presencia y el apostolado de las Hermanas.

Tanto nuestra Superiora General, como el Superior General de los Padres de Schoenstatt se dirigieron a los presentes con sus respectivos mensajes.

Un hombre sencillo compartió con los presentes el hecho de que la Estación de las misiones de Mutumba les había salvado, a través de la Reina de la Confianza. Dio las gracias a las Hermanas de María por todo lo que habían hecho por el desarrollo de esta región.

El Vicario General, Monseñor Anatole Ruberinyange, agradeció también a nuestra Comunidad lo que aporta a la Iglesia con su presencia y su apostolado.

Una de las novicias, en nombre de todas, dio las gracias a Dios que las había llamado, y a todas las personas que habían contribuido a su vocación, y pidió oraciones.

Damos gracias a Dios que nos ha llamado y nos permite compartir en su misión. Damos gracias a la Madre Tres Veces Admirable (de Schoenstatt) nuestra Reina de la Confianza, por el don de estas novicias, porque, como señala nuestro Padre Fundador, (el Padre José Kentenich) “cada hija de la Familia es un don de la Santísima Virgen”.

 

Fotos: Hermana M. Gloria Lopez, Quarten, Suiza; Hermana M. Lisette Seitzer Gikungu, Burundi; Fotógrafo de Burundi

[1] En algunos países del mundo hispano se utiliza la palabra Recepción en este caso.
[2] https://www.s-ms.org/en/2019/11/22/50-years-coronation-in-the-shrine-in-mutumba-burundi/ 
[3] Traducción al español del latín Cor unum in Patre – Un solo corazón en el Padre
[4] Se trata de danzas típicas, según la costumbre del lugar para dicha ocasión.