Testimonios y ejemplos de cómo
los hombres experimentan
a la Virgen Peregrina
Las Hermanas de María (de Schoenstatt) que trabajamos con la Virgen Peregrina (de Schoenstatt) en Suiza y Liechtenstein recibimos muchos testimonios sobre la visita de María Santísima a sus hogares, bajo el signo de la Virgen Peregrina. Son sobre todo mujeres las que comparten su experiencia. Pero también hay testimonios y ejemplos de cómo los hombres experimentan a la Virgen Peregrina:
Cuando nuestro hijo viene de visita y María Santísima también está presente en su imagen de la Virgen Peregrina, a menudo dice: «¡Oh, otra vez tienes visita! Se alegra porque sabe que a menudo me siento un poco sola y que psicológicamente no me encuentro muy bien. H.B.
Mi esposo no es católico, por eso me alegra tanto que sea siempre él quien encienda una lucecita delante de su imagen cuando viene la Virgen Peregrina. M.S.
Me parece especial y me impresiona que cuando María Santísima nos visita, mi esposo pone la mano en la imagen de la Virgen Peregrina al pasar tanto en la mañana como por la noche y encomienda así el día pasado o el día venidero a María. J.J.
Mi hijo es leñador en un bosque. El otro día, cuando la Peregrina estaba en nuestra sala, dijo antes de salir: «María, hoy tenemos un trabajo peligroso en el bosque. ¿Por qué no ayudas a que no pase nada?». H.B.
Un caballero preguntó a una señora si a su familia le gustaría que la Virgen Peregrina les visitara. Ella dijo que no y se lo dijo a su esposo aquella tarde en su casa. Él dijo: «¿Por qué no? Me gustaría que María nos visitara «. Y ahora María también puede visitar a esta familia. R.Z.
Un joven que había recibido a María Santísima como Virgen Peregrina durante dos años, se mudó por dos años por motivos de trabajo. A su regreso, la persona de contacto supuso que este caballero ya no quería la Virgen Peregrina, ni se acordaba de ella. Habló con él y se dio cuenta de que seguía pensando en ella. Le sorprendió cómo reaccionó inmediatamente y dijo: «Sí, por supuesto que estaré encantado de volver a acoger a María. Pronto me iré a vivir con mi novia y estoy deseando que María nos visite.» R.S.
Un sacerdote, Párroco, que se ha hecho cargo de una nueva parroquia escribe: «Por supuesto, también estaré encantado de dar a conocer el proyecto «de camino a ti» (“unterwegs zu dir”) en mi nuevo lugar de trabajo. En cuanto encuentre personas interesadas, con gusto he de ponerme en contacto con usted». U.E.
Un caballero comenta: «Creo que es algo muy bueno. Es realmente algo especial cuando María Santísima entra en la familia. En nuestro círculo también hay personas que no pertenecen a la Iglesia. Forman parte de ella sin más. Eso también me impresiona». D.E.
Varios hombres de un Círculo de peregrinos, habían decidido tener una Virgen Peregrina. Tenían una preocupación particular: se trataba de un empeño ligado a las finanzas. Una y otra vez oímos que esto lleva a la deshonestidad. También tenían miedo de que algo no saliera bien. Por eso querían confiar esta tarea a la Virgen Peregrina. María lleva ya algún tiempo visitando a este grupo y hasta ahora todo ha ido bien con las finanzas. M.D.
Alguien de nuestro círculo se dio de baja y pudimos convencer a una familia que ahora también participa. Una vez, cuando llevé la Virgen Peregrina en mi bolso, el esposo estaba en casa. Es policía. Tomó en sus manos el bolso, lo abrió, sacó la imagen de la Virgen Peregrina y dijo contento: «¡Una cordial Bienvenida, María!». K.B.