La mañana del 29 de noviembre de 2024 partieron en peregrinación.
Niños de la guardería Raio de Sol¹
al santuario de Atibaia. Vivieron una jornada llena de fe y alegría con la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Cantaron, oraron y animaron a los demás peregrinos que también habían llegado al Santuario de Schoenstatt, el Tabor de la Presencia Permanente del Padre, en Atibaia/SP, Brasil.
intercambio de coronas
Desde octubre, los niños se ganaron la corona de Príncipe o Princesa de la Mater practicando la obediencia, el respeto, la bondad y el cariño hacia sus compañeros. En el santuario, los niños, acompañados por los educadores, la coordinadora, la directora educativa y algunos miembros del equipo de atención, entregan su corona a la Mater. Es un gesto simbólico que expresa amor, confianza y gratitud. A cambio reciben una corona dorada de príncipe y princesa. Esto expresa que por el bautismo somos hijos de Dios, y por ser él rey, también somos príncipes y princesas.
La educadora Lindaura Lourenço da Silva, que trabaja en la guardería Raio de Sol desde hace 12 años, comparte su entusiasmo por esta experiencia con los niños:
“Hemos estado viviendo este momento todo el año. Sabemos que es trabajo organizarlo todo, pero preparamos a los niños, les explicamos el significado de la corona y le pedimos a Nuestra Señora que se encargue de todo. Al final todo sale bien. Es una gran alegría porque no sólo nos ocupamos de la parte educativa, sino también del crecimiento espiritual de los niños. Todo lo que hacemos en el Santuario en este día se prepara con los niños desde principios de año. Esto es muy gratificante”.
cuidado de la naturaleza
El mismo día, los niños participaron en la conclusión del proyecto “Frutos da Terra”, una iniciativa de la red educativa municipal para cuidar la naturaleza y la importancia de un enfoque sostenible del medio ambiente. Al finalizar el proyecto, plantaron un árbol frutal en los terrenos del santuario.
Raio de Sol atiende a 238 niños de 2 a 4 años. Todas las actividades educativas se basan en la pedagogía de Schoenstatt. De acuerdo con las directrices educativas brasileñas, las actividades se desarrollan según el grupo de edad de los niños, utilizando un lenguaje lúdico para que los niños desarrollen hábitos basados en valores y aprendan a llevarse bien con los demás.