Siete madres jóvenes sellan su Alianza de Amor
en el Santuario de Schoenstatt en Brig, Suiza
Desde hace siete años, las jóvenes se reúnen todos los meses en la Casa Schoenstatt de Brig para su encuentro de mujeres. En la medida de lo posible, nunca faltan a la cita. Podemos preguntarnos qué es lo que hace que a mujeres jóvenes, comprometidas y madres simplemente les encanten estas reuniones. He aquí lo que las mujeres tienen que decir al respecto:
Por qué nos encantan estas reuniones
- Nos gusta hablar de la vida y la fe con mujeres que piensan como nosotras.
- Es maravilloso poder traer a nuestros hijos pequeños y que se ocupen de ellos durante la reunión.
- La comunidad significa mucho para nosotras.
- Lo que nos atrae es el aspecto mariano. Saber que María es nuestra madre y educadora, también la educadora de toda la familia, nos facilita la vida cotidiana.
- El mundo de pensamiento del Padre Kentenich nos ayuda a afrontar los retos diarios con mayor serenidad.
Aportaciones valiosas al Capital de gracias
Con el tiempo, ha madurado el deseo de sellar la Alianza de Amor con María, nuestra Madre y Reina. A la hora de valorar las aportaciones al Capital de gracias, algunas mujeres se enfrentaron a retos considerables:
Un niño con un problema cardíaco
Una mujer que esperaba su quinto hijo fue examinada y se descubrió que el niño tenía un problema cardíaco importante. Le aconsejaron que no diera a luz al niño. Sin embargo, anclados en su fe, ella y su marido tomaron un camino difícil al lado de su hijo. Se sucedieron las operaciones y se hizo todo lo posible por salvar al niño. Y, milagrosamente, hoy el pequeño Johannes es un niño radiante y sano.
La mujer y madre en cuestión comentó varias veces lo mucho que se sintió apoyada por el grupo con sus oraciones, ánimos y aportaciones al Capital de gracias durante este difícil momento.
Diagnóstico: cáncer de mama
A una mujer y madre de cuatro hijos le diagnosticaron cáncer de mama el verano pasado. Durante semanas y meses, se sometió a quimioterapia intensiva y, finalmente, a una operación importante. Con sencillez y valentía, dijo que ahora podía hacer muchas contribuciones a la Virgen y estaba sumamente agradecida de que otros hicieran contribuciones por ella. A pesar de los muchos altibajos, la joven nunca perdió su fe en la amorosa providencia de Dios, su valor y su esperanza.
Muerte de un familiar
Por último, otra mujer perdió repentinamente a su querido suegro por un fallo cardíaco.
