En la solemnidad de la Inmaculada,
el 8 de diciembre del 2018, vivenciamos una hora de gracia que marcó profundamente la vida de nuestra Juventud Femenina. Tuvimos una triple celebración, ya que celebramos el 45 aniversario de la Juventud Femenina de Schoenstatt en Puerto Rico; coronamos a la Madre y Reina de Schoenstatt (la Mater) en la casita de la Juventud, y tres jóvenes sellaron su Alianza de amor con la Mater. Esto fue motivo para que toda la Juventud Femenina y sus familiares vinieran a celebrar a nuestra tierra de Schoenstatt, a nuestro Santuario Nacional de Schoenstatt en Cabo Rojo, Puerto Rico.
La fiesta comenzó con la Santa Misa en el Santuario, presidida por el Padre Edgar Carlo. Luego de la homilía, el sacerdote dio inicio al rito de alianza; las jóvenes fueron llamadas por sus nombres por la Hermana M. Marissel, Asesora de la Juventud Femenina; inmediatamente el Padre Edgar continuó con la bendición de las velas de alianza y las medallas de alianza.
El momento más conmovedor …
Al finalizar las oraciones, el rito concluye con la entrega de las medallas de alianza. Fue este el momento preciso que marcó la alianza de un modo especial, y es que las jóvenes pidieron hacer algo nunca visto en una celebración de alianza aquí en Puerto Rico – fue el hecho de que hicieran partícipes a sus madres. Ellas pidieron que sus madres les colocaran las medallas de alianza en su lugar, una vez el sacerdote se las entregara.
Este acto fue muy solemne y conmovedor, y a la vez una sorpresa para las madres; cuando el sacerdote les pide que se acerquen y se coloquen cada una frente a su hija y que las tomaran de las manos; hizo la oración para entregar las medallas de alianza, las cuales las madres recibían y se les colocaban en su lugar a sus hijas.
Fue una vivencia de alianza muy profunda, ver como la Mater recibía a sus hijas a través de sus madres, y cómo de algún modo, ambas, hijas y madres se hacían partícipes de una misma Alianza de amor.
Entre lágrimas y sonrisas quedó sellada para siempre la Alianza de amor de estas tres jóvenes, que hoy son testimonio para toda la juventud, y para todas las familias que fueron testigos de esta consagración.
Concluida la Santa Misa, nos dirigimos en procesión hacia la casita de la Juventud Femenina de Schoenstatt para coronar a la Mater. Había un ambiente muy acogedor y a la vez solemne. La Juventud Femenina de Schoenstatt quiso coronar en gratitud por los 45 años de presencia en Puerto Rico. Luego de la oración, la líder nacional de la Juventud coronó en nombre de todas las jóvenes, con la corona RTA, con el título Reina Tres Veces Admirable, Reina Inmaculada de la Juventud.
La fiesta concluyó con un banquete, y varias presentaciones. La gratitud no podía faltar por todos los regalos y las gracias recibidas en este día tan especial. Las impresiones de los invitados fueron muy positivas, expresiones de gratitud, y una experiencia de familia, y de lo que es y hace Schoenstatt en la vida de tantos corazones juveniles.