Fiesta del Santuario en Nittenau
el 28 de abril de 2019
– una vivencia familiar –
“A lo mejor prende!” Este era el lema de la fiesta del Santuario de este año en el Centro de Schoenstatt en Nittenau. A pesar del “tiempo de abril”, se llevó a cabo desde la mañana del 28 de abril la gran celebración del Santuario de la Familia de Schoenstatt de la diócesis de Regensburg en el Centro de Schoenstatt.
Con el lema “A lo mejor prende!” los miembros de la Familia se brindaron mutuamente alegría, vivencias familiares y una viva solidaridad y comunidad.
Ya el día anterior habían llegado muchas niñas y jóvenes de ambos sexos para ayudar y crear la atmósfera para la fiesta. Se levantaron tiendas, se preparó la técnica, se reunieron los juegos, se adornó la sala de conferencias con chispas y llamas, se confeccionaron pequeños regalos. Tampoco faltó el ensayo general del coro para la celebración de la santa Misa.
¡AQUÍ la chispa se convierte en fuego!
El programa comenzó con una santa Misa solemne junto al Santuario. El Santuario y el altar al aire libre estaban adornados de fiesta con flores.
Los cantos fervientes y llenos de vida de la santa Misa estuvieron a cargo de la Juventud Femenina y la Juventud Masculina de Schoenstatt. Esto transmitió vida joven a todos los participantes. Y el “tiempo de abril” no molestó para nada.
En su prédica, el director diocesano del Movimiento, el párroco Johann Babel se refirió al lema del día: hay matrimonios que le cuentan cuándo “prendió” entre ellos.
“Si trasladamos hoy este plano humano a la historia de amor y de camino con Dios, con la Santísima Virgen maría, entonces podemos constatar ciertos momentos en nuestra vida en los que percibo: alguien me mira en el Santuario; María ya no me pierde más de vista; ya no me separo de aquí; hacia allí regreso una y otra vez y siento una gran dedicación y estima. AQUÍ – y esto seguramente lo vivencian muchos una y otra vez – me siento atraído. Aquí entonces prendió!”
Hoy, cuando regresen a casa, tengan nuevamente la certeza de que Dios ha vuelto a alimentar la chispa para ustedes convirtiéndola en fuego en este año del apostolado. AQUÍ en el Santuario la Santísima Virgen los mira muy personalmente. Desde AQUÍ soy enviado y llamado a asumir y vivir mi misión.”
Con su prédica impresionante y práctica, el párroco Johann Babel tocó no solamente a los participantes sino también al cielo que luego, a la tarde brindó un brillo de sol y vivenciamos el cielo de Baviera.
Intentarlo juntos: A lo mejor prende!
Por la tarde hubo diversos programas alternativos en la Casa Padre Kentenich. Además el conjunto de vientos de Nittenau brindó un concierto durante el almuerzo. Hubo muchas posibilidades de jugar. Cada programa alternativo era guiado por un tema, por ej:
“Si confiamos en uno más grande”
“Si nos vemos grandes mutuamente”
“Cuando podemos ser niños”
“Cuando aprendemos a disfrutar la vida”
“Cuando uno va adelante”
“Cuando nos volvemos creativos”
Hubo danzas y un teatro de la Juventud Femenina. En él se transmitió el mensaje de que Dios nos acompaña en la vida cotidiana, también cuando nos parece que nos dejaron solos. Es preciso estar atentos para percibir la cercanía de Dios en sus huellas, estar atentos para percibir cuando “prende”.
El canto final de los jóvenes decía:
“Yo estaba solo aun entre mil amigos.
La felicidad verdadera existía solo en mis sueños.
Pero ahora te veo a ti. ¡Finalmente irrumpe la luz en mi noche!
Solo contigo a mi lado comienza cada nuevo día.
Sé que no puedo encontrar solo el camino a la felicidad …“
Allí también había sacerdotes a disposición para impartir la bendición sacerdotal en forma personal.
En la sala de conferencias se proyectó el film: “El pionero”.
También se ofreció juegos, maquillaje para niños y confección de velas.
La alabanza vespertina junto con una alabanza mariana y la renovación de la Alianza de Amor fueron el final de la fiesta.
Fue una fiesta del Santuario muy hermosa, lograda. Esta fiesta puso de manifiesto que un buen espíritu familiar, el espíritu comunitario, es importante para cada uno. Nos invitó a regalarnos mutuamente en la vida diaria chispas, vernos en nuestra grandeza y alentarnos mutuamente.
¡Tiempo de apostolado! ¡A lo mejor prende!
Luego de este día de gracias familiar y hermoso, con alegría, con pequeños y grandes aportes, todos tenemos motivo para agradecer al buen Dios y a la Madre, Reina y Victoriosa tres veces admirable de Schoenstatt en el Santuario.
Al final todos los participantes recibimos una cajita de fósforos con el lema “A lo mejor prende”.
El canto de la Juventud Femenina hace seguir resonando esta fiesta en nosotros:
“El anhelo de ‘más’ comienza en pequeño.
Descubrir en el Santuario cuál puede ser el sentido.
entender, mediante tu mirada,
a qué estamos llamados.
High, higher, highest, comienza el amor.”