Algunos vietnamitas que viven en Alemania conocieron el así llamado
“Linh thao” o sea, días de recogimiento,
en Bélgica, en 1991. Poco después tuvo lugar el primer curso. Por causa de nuestros contactos en Vietnam, los invité por primera vez en el 2011 al Centro de Schoenstatt Marienpfalz.
Primero se realizó un curso con pocos participantes.
Para mí es lindo vivenciar cómo los vietnamitas fueron creciendo en el aprecio y el amor a nuestro Centro de Schoenstatt, sobre todo al “Santuario de la alegría”, como un lugar muy especial. Entre tanto ya es sobreentendido que la santa Misa se celebre en el Santuario y que los participantes recen allí.
Los jesuitas que predican los Ejercicios viajan desde las más diversas regiones del mundo. Esto da la oportunidad de contar acerca de Schoenstatt, de la MTA, de nuestra espiritualidad y del Padre Kentenich.
En este año se sumaron vietnamitas de Francia y de Noruega. No pocos quisieron una imagen de la MTA para llevar a sus casas.
Una y otra vez los sacerdotes toman algo de aquí para estos retiros, por ejemplo ofrecen una meditación sobre la Santísima Virgen ante su imagen en relieve delante de nuestra casa, o intercalan pensamientos del P. Kentenich en sus prédicas.
Entre tanto se llevan a cabo tres cursos aquí, y la casa está casi siempre totalmente ocupada, y siempre reina una atmósfera muy especial.
Al final del primer curso de este año, un grupo escribió:
“Queridas Hermanas del Centro de Schoenstatt Marienpfalz: gracias de corazón por el hospedaje afectuoso y su acompañamiento silencioso en oración.
Nos sentimos muy cobijados en su casa y nuestros corazones fueron colmados con alegría.” Y una participante agregó en un mail: “Es siempre hermosísimo estar con ustedes. Les agradezco de corazón lo que han hecho para Dios, para nuestra Madre María y para nosotros.”