«¡Nada sin ti!
Así que no me esforzaré sin contar con la Santísima Virgen… Cuando llegan las dificultades internas, las tentaciones que nos lanzan de un lado a otro:
«¡Nada sin ti!»
La Virgen tiene que cuidar de mí. Como hijo de schoenstatt, tengo un derecho especial al amor de la Virgen. Puede suceder que nos volvamos espiritualmente inseguros, que no sepamos qué es lo correcto. Incluso podemos estar en peligro de que nuestra fe se vea ofendida. Pero cuando la incertidumbre se vuelve demasiado grande, entonces la Madre de Dios deberá protegernos.
¡Nada sin nosotros! Este es nuestro orgullo sagrado.”

José Kentenich
Fecha desconocida

IMPULSO

Creemos en el Dios Trino: Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Un Dios en tres personas. Dios es en sí mismo relación, amor, encuentro. No es un gobernante autónomo halla en las nubes. Busca el encuentro con nosotros… ¡conmigo! Y busca nuestra participación por propia voluntad.

«Nada sin ti – nada sin nosotros» es lo que decimos en Schoenstatt para esto. María es nuestra modelo y persona de contacto aquí. En el vínculo con ella experimentamos protección y ayuda en todas nuestras preocupaciones, pero también motivación para comprometernos, para involucrarnos – ahí donde Dios nos necesita.

«Nada sin ti» – Como hijo de schoenstatt, tengo derecho a la ayuda de la Virgen.
¿Dónde la necesito?

«Nada sin nosotros» – ¿Dónde se necesita mi aporte?

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