31.03.2021

„Patris Corde“

Hna. M. Monika März

En la carta

«Patris Corde»

el Papa Francisco pone a San José en el centro de atención. En siete capítulos, describe su personalidad y su vocación.

 Padre Amado

Padre en la misericordia

Padre en obediencia

Padre en la aceptación

Padre con audacia creativa

Padre y trabajador

Padre en la sombra

Esto nos inspira a comparar el ejemplo de San José con nuestro fundador, el Padre José Kentenich: ¿tienen algo en común?

Algunos elementos de reflexión:

San José

 El nombre: José: Es un nombre hebreo derivado de la palabra «jasaf» que significa «añadir«, «multiplicar«. Se suele interpretar como «que Dios añada un hijo«.

San José es considerado como alguien que siempre escucha atentamente la voz de Dios y actúa en consecuencia.

Cuidar, proteger, alimentar y servir a la Sagrada Familia es la principal tarea de San José.

José debe huir con su familia a una tierra extranjera, Egipto.

Como esposo de María, trata a la Madre del Hijo de Dios, con gran respete y protege con delicadeza el misterio de la Encarnación de Dios en María.

San José puede ser llamado el «santo de la vida diaria

Veneramos a San José como patrón de la Iglesia.

José Kentenich

Recibió su nombre en su bautismo el 19 de noviembre de 1885.

El Padre Kentenich, era muy sensible a lo que Dios le hablaba en la vida cotidiana, a lo que estaba en el plan de Dios. Desarrolló la espiritualidad de la fe en la Divina Providencia.

Promueve el trabajo con la familia y crea un movimiento familiar internacional, da una estructura familiar a las comunidades centrales de Schoenstatt, tiene una visión de la Iglesia como familia.

El Padre José Kentenich es exiliado a un país extranjero y espera pacientemente hasta poder volver a casa por la intervención de Dios.

El selló una alianza de amor con María: ¡Todo en María, por María, con María!

El Padre Kentenich vivió con María en la vida cotidiana- y escribió un «manual de instrucciones” para ello, un manual titulado «Santidad dela vida diaria“.

José Kentenich entendió el trabajo de su vida como un servicio a la Iglesia, para lo que él y su Movimiento mundial existen: En su lápida está escrito: Dilexit Ecclesiam – ¡amo a la Iglesia!

Oración a San José

 Salve, protector del Salvador
Y esposo de la Virgen María.
Dios te ha confiado a su Hijo,
en ti, María puso su confianza,
en ti, Cristo creció hasta la virilidad.

 Oh San José, muéstrate como un padre para nosotros también,
y guianos en nuestro viaje por la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valor,
y nos proteja de todo mal.
Amén.

  

Enlace a la Carta Patris Corde