Pequeño Colibrí
Quién no conoce esa sensación de vida:
No puedo hacerlo,
Estoy en mis límites,
Me siento débil e impotente.
¿Cómo debo afrontarlo?
Para el P. Kentenich, es precisamente esta experiencia la condición previa para encontrar a Dios, para crecer en una relación más profunda con Él.
A este respecto, el Padre Kentenich cuenta una leyenda:
«Un pequeño colibrí tenía el anhelo interior de elevarse hacia el sol. Hizo vuelos experimentales. Pero las pequeñas alas se cansaban rápidamente, no podían ir más allá. Lamentablemente, el pajarito se escondió en un bosque. Allí, de repente, un águila se posa muy cerca. …
El águila empieza a levantar las alas. De repente se le ocurre al pequeño colibrí: ¡vuela hacia las plumas del águila! Pensado, dicho, hecho. Y entonces el pequeño colibrí vuela cada vez más alto hacia el sol bajo el poderoso batir de las alas del águila.
El águila se está cansando, pero el pequeño colibrí ha descansado. Mientras el águila se eleva hacia abajo, el colibrí vuela de repente aún más alto y se encuentra al sol.
¿Quién es este colibrí? Somos nosotros.
¿Pero quién es el águila? ¡La Santísima Virgen María!
Entonces podemos dejarnos elevar en y con la Virgen, hacia, en lo profundo del sol eterno, Cristo Jesús y el Dios Trino».
(J.K., 7 de septiembre de 1967 en Memhölz)
Así que a dónde ir con mi experiencia:
¿No soy suficiente, tengo miedo, no soy resistente?