19.01.2018

Un tiempo jubilar en Australia

Hna. M. Thomasine Treese, Australia

El 20 de mayo de 2018 las Hermanas de María de Schoenstatt celebrarán el jubileo de oro del santuario en Mulgoa, Sydney. Ya en mayo de 2017 el obispo diocesano, Vincent Long Van Nguyen OFM Conv. inauguró solemnemente el año jubilar con el gesto de encender la vela del Jubileo. Este fue al mismo tiempo el preludio de otros dos jubileos: el jubileo de oro de la Provincia de las Hermanas de María de Schoenstatt en Australia y en las Filipinas en noviembre de 2017 y los cincuenta años del fallecimiento del fundador, P. José Kentenich en septiembre de 2018. Así el jubileo del santuario de Schoenstatt está entre dos jubileos, en un tiempo jubilar.

 

Una pequeña joya

El 19 de mayo de 1968, el cardenal  Norman Thomas Gilroy, arzobispo de Sydney, manifestó duran­te su prédica con ocasión de la bendición del santuario, que la Santísima Virgen quería obrar cosas grandes desde esta sencilla capillita. Él caracterizó este lugar como una pequeña joya, aunque no era todavía conocido en los alrededores: “Pero me atrevo a decir que en los próximos años, este lugar será tan notable y estimado como solo pocos lugares”, dijo el arzobispo en aquel entonces. Partiendo de la distancia entre el santuario de Schoenstatt en el extremo este y la catedral de Santa Maria en Sydney en el extremo oeste de la diócesis, el cardenal Gilroy expresó una visión de futuro: “Este santuario vincula con la catedral. Y ahora, la Santísima Virgen rodeará a todas las personas de un extremo al otro, desde la catedral y desde su santuario de Schoenstatt. Espero, y de ello estoy firmemente convencido, que en el futuro, este santuario, gracias a la iniciativa divina, será un lugar de gracias y atraerá a cada vez más personas.”

Oasis de la fe, de la esperanza y del amor

Esta visión se ha confirmado. En el correr de estos cincuenta años, la capillita al pie de las “Montañas azules” se ha convertido en un lugar de irradiación espiritual. No solo los católicos, sino también cristianos de otras confesiones y personas de diversas religiones y culturas, sobre todo provenientes de la región del Pacífico asiático, recorren largas distancias para llevar sus inquie­tudes al santuario, para agradecer o simplemente para descansar en esta atmósfera de paz. Para ellos, esta capillita y su entorno son un verdadero hogar espiritual, un oasis de la fe, de la espe­ranza y del amor.

Las Hermanas de María de Schoenstatt en Australia se alegran por esta celebración jubilar del santuario e invitan a todos los que tengan interés, a celebrar esta fiesta en Mulgoa.