«¿Qué está pasando aquí?»,
pregunta el Sr. B, el cual había viajado en bicicleta desde Gültstein hasta Liebfrauenhöhe. «Solo quería visitar el Santuario, y estoy bastante asombrado de ver cuánta gente hay aquí». El
«Camino de Pascua-Liebfrauenhöhe”
(Osterweg-Liebfrauenhöhe), en los hermosos terrenos alrededor del Centro de Schoenstatt – “Liebfrauenhöhe”, atrae a muchas personas durante la Semana Santa. Te invita a vivir la Pascua con todos tus sentidos. En los primeros dos días, alrededor de 700 visitantes, incluidas muchas familias con niños, se sintieron atraídos por el clima soleado de Pascua. «Si caminas desde el estacionamiento en dirección a la “Iglesia de la Coronación” (Krönungskirche), la vista por sí sola es bien pintoresca: en torno a la “Iglesia de la Coronación”, los narcisos florecen en el prado, y al otro lado, las ovejas se levantan para recibirnos», comentaba un visitante el lunes de Pascua.
Muchos voluntarios nos han apoyado incondicionalmente, a las Hermanas de María, para que las muchas ideas pudieran ponerse en práctica. Se cortaron zanahorias, conejos de Pascua y huevos, de madera, se pintaron y se fijaron en sus respectivos lugares. Se han preparado carteles publicitarios, con la descripción de las estaciones, un mapa, el acompañante del Camino de Pascua y muchas otras cosas para que todas las estaciones estuviesen equipadas para su inicio el Domingo de Pascua.
Muchos voluntarios nos han apoyado incondicionalmente, a las Hermanas de María, para que las muchas ideas pudieran ponerse en práctica. Se cortaron zanahorias, conejos de Pascua y huevos, de madera, se pintaron y se fijaron en sus respectivos lugares. Se han preparado carteles publicitarios, con la descripción de las estaciones, un mapa, el acompañante del Camino de Pascua y muchas otras cosas para que todas las estaciones estuviesen equipadas para su inicio el Domingo de Pascua.
El “Camino de Pascua- Liebfrauenhöhe” actualmente lleva a los visitantes al momento especial en el que celebramos la Resurrección de Jesús, y seguimos la huella de la vida que recién ha despertado. La naturaleza y el mundo sobrenatural se pueden experimentar en este camino.
La Sra. X. de Kirchentellinsfurt señala: «En la clínica de Tübingen, donde trabajo, están disponibles los folletos que anuncian el “Camino de Pascua”. Conduje a casa justo después del trabajo, recogí a mi hijo y luego rápidamente nos dirigimos hasta aquí».
En medio del prado frente a la Casa Provincial (de las Hermanas de María), padres e hijos juguetean y buscan el «huevo de Pascua único». En este «prado de huevos de Pascua» hay 25 huevos de Pascua grandes en colores; siempre dos iguales, solo uno es único. Quien encuentre el «huevo de Pascua único» obtiene un pequeño premio.
«Este es mi juego favorito», dice Senta de Haigerloch, en el juego de lanzamiento del “conejito pascual”. Ella ya ha recorrido todo el “Camino de Pascua” con sus padres. Pero quiere quedarse en el juego de lanzar conejitos, y simplemente no puede apartarse de allí. «Siempre he ganado, mi papá todavía tiene que practicar», dice un niño de ocho años que visita el “Café Pascual” con su padre.
«Ahora definitivamente queremos ir al Santuario», dijo la señora G., que ya ha recorrido con su esposo y sus tres hijos varias estaciones, incluyendo el “Café Pascual”, »
Allí (en el Santuario) podemos escribir algo para (colocarlo en) la jarra «. Su esposo inmediatamente pregunta: «¿Y dónde está el buzón donde podemos escribir nuestras peticiones de oración para que las Hermanas recen por nosotros?
La jarra en el Santuario de Schoenstatt pronto se llenará hasta el borde con “toda clase de mensajes”. Y del buzón especial, llegan día a día una pequeña «montaña» con peticiones de oración. Para las Hermanas mayores, es un honor rezar por estas muchas intenciones. Estas tarjetas con las peticiones de oración se llevan deliberadamente a la Capilla de la Casa, para que todas las personas y sus intenciones estén en la presencia de Jesús cuando se celebra la Santa Misa, donde las Hermanas participan, y cuando estas tienen sus tiempos de oración. Una de las intenciones, particularmente nos ha alegrado mucho: «Querido Dios, que las Hermanas de María sientan cuánta alegría nos traen con el “Camino de Pascua«.
En la Iglesia de la Coronación, dos niñas que han venido con sus abuelos encienden una vela del Cirio Pascual, y la llevan devotamente frente a la imagen de la Santísima Virgen. ¿Qué creen que está pasando en los corazones de las niñas y lo que le dicen a la Santísima Virgen? – «El Camino de Pascua está tan amorosamente preparado», elogia la abuela, y agradece todo el esfuerzo.
Al diseñar las botellas de agua de la Pascua, muchas familias se sientan y decoran juntos una pequeña botella de agua bendita. Los niños van orgullosos a la Iglesia de la Coronación) para llenar sus botellas en el tanque de agua (bendita). El Sr. X. de Haigerloch comenta: «Ahora las vamos a llevar al cementerio donde reposa mi padre. Falleció el año pasado».
Pasar tiempo en la naturaleza, jugar juntos, cobrar fuerzas en el “Café Pascual”, confiar a Jesús cualquiera que sea la piedra que Él debe mover en mi propia vida; encender una vela por los demás, o por la paz; y llevar la bendición de Dios a casa con el agua bendita, todo esto hace que el «Camino de Pascua-Liebfrauenhöhe, sea un Experiencia natural-sobrenatural.
«Volveremos mañana», dice Jonás, de siete años, con entusiasmo después de haberse agotado físicamente en la carrera de Pascua. «Puedes hacer un Camino de Pascua como este todos los años», afirma una visitante a la que le gusta venir al Liebfrauenhöhe con sus ahijados.
Estos y muchos otros ecos animan a nuestro equipo organizador, de las Hermanas de María de Schoenstatt, a volver a configurar el Camino de la Pascua el próximo año, para que pueda convertirse en una pequeña experiencia de Emaús para muchas personas.