Fiesta del Corpus Christi 2023
en el Monte Schoenstatt*
El domingo siguiente al del Corpus Christi, se celebra tradicionalmente la fiesta del Corpus Christi en el Monte Schoenstatt. Ya en la víspera, llegan muchos ayudantes para decorar con ‘alfombras de flores’ el recorrido de la procesión.
La Iglesia hoy
El domingo por la mañana, las campanas de la Iglesia de la Adoración invitaron a los fieles a una Santa Misa solemne. Al comienzo de su homilía, el celebrante principal, el Dr. Bernd Biberger, abordó la situación actual de la Iglesia católica en Alemania. La pérdida de confianza y la tramitación de los casos de abusos han sacudido a la Iglesia católica. Surgen preguntas sobre quiénes somos hoy como Iglesia y cómo podemos recuperar la confianza de la gente.
En esta situación, celebramos la fiesta del Corpus Christi. Nos recuerda que Cristo es nuestra salvación. Sólo en una relación vital con Él podemos ser Iglesia. Jesús nos invita:
«Permaneced en mi amor»
Sólo cuando estamos unidos a Cristo podemos transmitir su amor a los demás. Si amamos a la gente con el amor con el que Jesús nos amó, la Iglesia podrá recuperar la confianza del pueblo.
Orando por el mundo entero
Después de la Santa Misa, tuvo lugar la procesión en el Monte Schoenstatt, bajo un cielo radiante. Como es tradición desde hace muchos años, la procesión fue acompañada musicalmente por la “Banda de música Niederwerth 1922”.
En cada altar rezamos por diversas intenciones especiales.
– Por ejemplo, en el primer altar, frente al “Schulungsheim” (Casa de formación en el Monte Schoenstatt), un matrimonio rezó por las familias.
– En el segundo altar, los jóvenes rezaron por la juventud del mundo. Estas peticiones y varias alfombras de flores, nos recordaron la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal.
– De camino al tercer altar, la internacionalidad de la comunidad unida en oración, se hizo especialmente patente. No sólo las banderas nacionales (de los diferentes países), ya presentes en la Iglesia, y portadas a lo largo de la procesión, sino también el «Ave María», que se rezó uno tras otro, en los diferentes idiomas, hicieron tangible la solidaridad con los cristianos de todo el mundo.
Pétalos de rosas para Jesús
En el tercer altar, los niños tomaron la palabra. Presentaron a los participantes en la procesión, tres modelos (entre los santos), que permanecieron en el amor de Jesús: San Juan Pablo II, el Beato Carlo Acutis y Santa Josefina Bakhita.
Mientras el sacerdote, con Jesús en la custodia, bendijo al pueblo congregado, los niños arrojaron los pétalos de rosas en torno a Jesús Eucarístico.
Palabras cordiales de agradecimiento
– Tras la bendición en el cuarto, y último altar en la Iglesia de la Adoración; resonó el solemne «Te deum – ¡A ti Oh Dios, te alabamos!». Muchos se emocionaron en este instante, y una visitante expresó: «¡He estado esperando este momento toda la mañana!».
Al finalizar la celebración, ya en la sacristía, un sacerdote también compartió lleno de alegría: «¡Ha sido tan bonito! Es la primera vez que estoy aquí en Schoenstatt para la procesión del Corpus Christi. Todo fue muy hermoso y tan bien preparado. ¡Muchas gracias”!
Colorido programa alternativo
Por la tarde, se ofrecieron numerosas actividades. Además de la meditación en el Santuario y los cantos de adoración en la Iglesia, no pudo faltar el bienestar físico. El “Café Plus”, ofreció café, bizcocho (pastel) y salchichas (“hot dogs”) con panecillos.
Las candidatas de las Hermanas de María de Schoenstatt organizaron una venta de “gofres[1]” a beneficio de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Un niño que había disfrutado de un “gofre**” estaba tan entusiasmado con él que empezó a anunciarlo: «¡Qué rico!».
Hubo alternativas para todos los gustos, y los numerosos visitantes que incluso llegaron más tarde a ver las alfombras de flores, aprovecharon con gusto el programa variado.