Tras las huellas de José
Nueve postulantes, seis días, pero una sola gran y profunda experiencia.
Del 23 al 28 de noviembre de 2023, nosotras, las Postulantes de las Hermanas de María de Schoenstatt, pudimos vivir algo muy especial. Probablemente el mismo José Engling[1] nos llamó
a Cambrai (Francia) para comprender aún mejor Schoenstatt y poder vivir todavía mejor la Alianza de Amor con la MTA[2]. En el viaje hasta allí, visitamos algunos lugares que fueron importantes en la vida de José y que también llegarían a ser muy importantes para nosotras.
La primera parada fue Verdún. El lugar donde tuvo lugar la mayor y más larga batalla de la Primera Guerra Mundial. Fue impresionante ver cómo, 100 años después, los campos y los bosques seguían llenos de agujeros dejados por los proyectiles. Esto nos dio una idea de las terribles condiciones en las que José tuvo que vivir durante la guerra.
A través de Brieulles y el valle de Forgesbach llegamos a
Rémonville
Una experiencia de debilidad para José, una experiencia de valor para nosotras. Ya sabemos que José Engling fue uno de los primeros héroes de Schoenstatt, pero ¿qué tenía de extraordinario? Era tan humano como nosotros, caía como nosotros. Su secreto era que era un maestro de la vida. En virtud de su amor a la Santísima Virgen, se levantó una y otra vez. Reconocía honesta y humildemente su debilidad y tenía el valor de volver a empezar. Sus constantes nuevos comienzos le convirtieron en un héroe.
Por la noche, llegamos a Cambrai llenas de impresiones y regalos. Los dos días siguientes se caracterizaron por el trabajo y las misiones de apostolado. Fue un regalo especial para nosotras, pero también para la pequeña familia de Schoenstatt de allí, conocernos mejor. Al día siguiente,
Calonne en el Lys
en el programa, el lugar donde José ofreció su vida a la Mater. Pero simplemente no pudimos encontrar el monumento …Nuestra armada falló, pero el propio José nos condujo sanos y salvos a nuestro destino tras un efusivo «¡José, socorro!» Llovía a cántaros, pero ¿qué era eso comparado con los 5.000 proyectiles que llovieron en aquel entonces sobre la pradera? Este lugar nos inspiró para hacernos preguntas concretas:
– ¿Qué estoy defendiendo?
– ¿A qué doy hoy mi fuerza?
– ¿Puede costarme algo el amor?
El amor auténtico siempre se da completamente. El amor filial y confiado de José por la Mater lo llevó a ofrecer su vida por el Schoenstatt que se avecinaba. No queremos ni imaginar lo que seríamos hoy en Schoenstatt sin su ofrecimiento. Schoenstatt no sería lo que es. Tal vez ni siquiera estaríamos aquí. ¿Se imaginan su vida sin Schoenstatt? Nosotros no. ¡Gracias, José!
Uno de los muchos momentos culminantes de este viaje fue el camino de la muerte de José, que recorrimos en silencio y oración.
José, seguimos tus huellas…
Siguiendo sus huellas – de su confianza, su adhesión a la MTA, su amor, su fidelidad y su entrega total.
Lo que él había ofrecido a la Mater por amor fue tomado en serio por la MTA. Ella eligió este lugar y este momento para aceptar el ofrecimiento de José y dejarlo fructificar para todo Schoenstatt, para la Iglesia y para el mundo. Paso a paso nuestros corazones fueron movidos a decir con José a la Mater: «Sólo déjame amarte, amor sin medida ni fin».
¿Qué nos llevamos de nuestro viaje a Cambrai? Una relación más profunda y personal con José, ¡es realmente nuestro hermano mayor! Como schoenstattianos, nos esforzamos por alcanzar altos ideales, pero ¿cómo los concretamos? En José experimentamos viva nuestra espiritualidad. Entendimos que el P. Kentenich dijo de él que era «el acta de fundación encarnada», porque siempre vivió desde su Alianza de amor. Siempre siguió adelante con el apoyo de la Mater. Era fiel en las pequeñas cosas, muy honesto consigo mismo y lo mejor de todo: siempre se volvía a levantar.
¡No existen los imposibles!
Conclusión: ¡Cambrai es una visita obligada! Aquel que no va a Cambrai, ¡se están perdiendo algo increíble! ¡José tiene tanto que contarnos y tanto que darnos!
Así que: ¡vamos! Merece la pena.