En el Nuevo Centro de Schoenstatt en Quarten, Suiza, se hizo entrega del Prix-Fags[1] (Premio de la Agrupación de Mujeres de Sarganserland[2]) en una ceremonia festiva. Este premio honra el trabajo de toda una vida de la Hermana de María de Schoenstatt, Hermana M. Emmanuela Ghioldi.
En presencia de conocidas personalidades de la Iglesia y la política, entre ellas un miembro del consejo gubernamental, se entregó finalmente en una ceremonia el “Prix Fags”, dotado con 4,000 francos suizos, tras una pausa de tres años. Cada dos años, este premio honra el compromiso destacado de una personalidad de la región de Sarganserland en beneficio del pueblo en general. La interrupción de tres años se debió al hecho de que la Hermana M. Emmanuela Ghioldi raramente viaja a Suiza de visita.
Trabajo misionero con propósito
El grupo de seis músicos «Ensemble am See» proporcionó un telón de fondo delicado, festivo y alegre al acto. En nombre del municipio de Quarten, el alcalde felicitó a los invitados y presentó el municipio en tono humorístico. Sin embargo, se centró en el compromiso de la Hermana M. Emmanuela. En este contexto, describió la entrega del “Prix-Fags” como un «honor con brillo, mucho más allá de Sarganserland».
Mientras Elvira Ghioldi Thüring, hermana mayor de la homenajeada, recordó la trayectoria familiar de su hermana menor con fotos del álbum familiar, la Hermana Renata-Maria Becchio rindió homenaje a su trayectoria como Hermana de María de Schoenstatt. Elisabeth Ghioldi se convirtió en la Hermana Maria Emmanuela Ghioldi con su consagración en 1984. Como Enfermera diplomada o titulada, trabajó en el cuidado de ancianos en Weesen, como enfermera parroquial en Quarten y también con discapacitados visuales. Desde el principio, persiguió con ahínco su deseo de estar al lado de los pobres y los enfermos en el trabajo misionero.
Hechos impresionantes
Con fotos y datos de su segundo hogar en Burundi (África Central), la propia galardonada presentó vívidamente su trabajo en el Centro de salud de Mutumba[3]. Allí vive y trabaja desde 1996. Quedó claro lo importante que es para ella este trabajo y los problemas a los que se enfrenta allí. La alegría por los éxitos, pero también la compasión por el sufrimiento de los afectados, brillaron con claridad. Parte del dinero del premio se utilizará para sustituir la turbina – central hidroeléctrica, que quedó sepultada por una avalancha o derrumbe. La Hna. M. Emmanuela informa con evidente alegría de que una organización de ayuda ha prometido paneles solares al Centro de salud.
Una Casa del sol
Como obra de arte especial, la (Hermana) premiada recibió una casita de cerámica con los cálidos rayos del sol. El artista explicó que esta casa simboliza la ayuda y la seguridad que ofrece el premiado y, en particular, el Centro de salud de Mutumba. Las flores pintadas y las marcas de rasguños simbolizan el crecimiento visible y la vulnerabilidad de la vida. El tejado de esta casa es desmontable para que pueda utilizarse como contenedor especial. Por supuesto, después hubo mucho espacio para encuentros personales con la premiada, durante el delicioso aperitivo confeccionado por la cocina del Centro.