«El lugar en el corazón de la Madre
– el lugar del Niño- es tu lugar.
¡Ven y tómalo!».
¡Este fue el mensaje de la primera Jornada de Schoenstatt en Rumania!
El sábado 19 de octubre de 2024, la Familia de Schoenstatt en Rumania, principalmente de la diócesis de Timisoara, fue invitada a la primera Jornada de Schoenstatt en el lugar de peregrinación mariano más famoso, Maria Radna [1]. La basílica de peregrinación y el edificio contiguo del monasterio fueron ideales para acoger a los aproximadamente 180 invitados de varias parroquias bajo un sol glorioso. Jóvenes y mayores, sacerdotes y Hermanas – representantes de todas las ramas se apresuraron a celebrar el 110 aniversario de la alianza de amor con la MTA [2], a renovarla o a sellarla por primera vez, como dos señoras de la diócesis de Sathmar.
También había viajado la Hermana M. Ilga Dreier, Superiora Provincial de una de las Provincias de las Hermanas de María de Schoenstatt en Alemania, a la que pertenece la rama de Rumania. Comenzó dando la bienvenida a todos los presentes. La Hna. Erika-Mária Bukovics presentó el programa del día como moderadora. Como es habitual en esta diócesis, todos los puntos del programa se desarrollan en tres idiomas: rumano, húngaro y alemán. Para entrar en ambiente, un breve vídeo los llevó en un viaje virtual alrededor del mundo a todos los Santuarios filiales del mundo. Al final del programa, se mostró el altar del Santuario en la casa de las Hermana,s en Timisoara, con la pregunta que arde en muchos corazones: ¿Cuándo y dónde se construirá el primer santuario de Rumania?
El momento culminante fue la Santa Misa festiva, acompañada por un grupo de música familiar. Los 12 sacerdotes en el altar, con el Vicario General de la diócesis de Timisoara, Monseñor Johann Dirschl, como celebrante principal, se percibieron con especial alegría y orgullo familiar. Con sano orgullo y confianza en sí mismos, los sacerdotes mostraron su pertenencia a Schoenstatt con sus estolas de diseño propio con la inscripción: Servus Mariae nunquam peribit[3].
Die Festpredigt, vom Domkapitular Pfr. Kapor János, eines der ersten Schönstattpriester des Landes, hebt unter anderem die Wichtigkeit der Gnadenorte wie Maria Radna und das Schönstattheiligtum hervor, wo unsere Seelen eine Heimat suchen und finden können: „Was für ein tiefer Gedanke und was für eine edle Absicht, diesen Gnadenort zu betreten, in dem Wissen, dass ich, wenn ich mich nähere und meinen Blick hebe, sehen und fühlen kann, dass der Platz über dem Herzen der Mutter – der Platz des Kindes – dein Platz, mein Platz, unser Platz ist. Kommt und nehmt ihn ein. Er wartet auf euch.“ – Er weist auf unseren Gründer hin, der von sich sagen konnte: „Wer mich sucht, wird mich immer im Heiligtum finden.“
El almuerzo que siguió en los amplios comedores del edificio del monasterio ofreció la oportunidad de intercambiar ideas y socializar. Posteriormente, se invitó a todos a volver a la basílica para participar en una mesa redonda, sobre experiencias personales en torno a la Alianza de Amor. El panel estuvo formado por jóvenes, miembros del proyecto de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, un matrimonio, sacerdotes y Hermanas. Fuimos testigos de cómo la Mater elige sus instrumentos – cada uno con su historia personal – para educarlos como pequeños misioneros y hacer de ellos una bendición para su entorno. Todos los que dieron su testimonio están unidos por un gran anhelo y misión: hacer el mundo un poco más “Schön(statt) (que significa literalmente: hermoso lugar).
Después de una pausa familiar para el café en el soleado jardín del monasterio, una devoción mariana ante el Santísimo expuesto, con la renovación de la alianza de amor, concluyó el primer día de Schoenstatt.
Todos llevaron el fuego de Schoenstatt, recién encendido en sus corazones a sus vidas cotidianas, en el símbolo de una luz roja. Una y otra vez los ecos expresaban la alegría de este maravilloso día y de la experiencia vivida: Estuvimos en el «Tabor» y podemos decir con el Acta de Fundación: